La Xunta quiere las competencias sobre infraestructuras

El Gobierno gallego ha urgido al español a retomar la negociación de siete competencias pendientes y otras diez materias sobre las que quiere comenzar a hablar, entre ellas la ordenación del litoral; las autopistas AP-9 y la AP-53 o las cuencas de los ríos. Así lo han informado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, tras la reunión semanal del Ejecutivo gallego.

El presidente, que indicó que se trata de "profundizar" en el autogobierno gallego, informó del envío de una carta al vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, recordándole el compromiso de desbloquear, a la vuelta del verano, el traspaso de competencias a Galicia, un proceso que ha registrado una "cierta parálisis" en los últimos años, en opinión de la Xunta.

Empezar a negociar ''cuanto antes''
El Ejecutivo gallego reclamará, en primer lugar, la convocatoria de la Comisión Bilateral, por entender que este órgano es el canal idóneo para abrir el diálogo sobre posibles materias de interés para Galicia que finalmente puedan llegar a negociarse en el seno de la Comisión Mixta.

Un informe llevado al Consello semanal del Ejecutivo determina las 17 competencias que la Xunta considera prioritarias, entre ellas siete sobre las que ya hubo contactos, y falta por cerrar acuerdos sobre otras sobre las que el Gobierno gallego quiere comenzar "cuanto antes" a negociar.

Respecto a competencias nuevas, la Xunta trata de incluir en la negociación el traspaso de la titularidad de dos autopistas cuyo itinerario discurre íntegramente por territorio gallego. También considera necesario el Ejecutivo, apuntó Alfonso Rueda, que Galicia se pueda encargar de la licitación, ejecución y gestión de las obras hidráulicas de interés general que se acometan en territorio gallego, lo que permitiría la gestión por la Xunta de los fondos referidos a estas obras.

Se trata de que el Gobierno gallego tenga "competencia plena" sobre las cuencas que discurren por el territorio gallego. Igualmente, Alfonso Rueda indicó que se solicitará las competencias sobre ordenación del litoral y gestión de dominio público marítimo terrestre. A este respecto, señaló que reclamarán una "encomienda de gestión" de estas materias.

Otras de las competencias se refieren a la ordenación del sector pesquero, ya que hasta ahora la Xunta sólo las tiene en materia de aguas interiores, cuando la mayoría de los pesqueros gallegos faenan en aguas competencia del Estado y también tratarán de que todos los organismos de investigación marítima radicados en Galicia sean de gestión gallega.

Alfonso Rueda apostó por agilizar los trámites para el traspaso la gestión de Tráfico, para lo que hubo acuerdo unánime en el Parlamento de Galicia, y para lo que comenzó el proceso en el Congreso, si bien el calendario de tramitación apunta a que no se comenzará a hablar del asunto hasta septiembre de 2010.

Transferencia de Inspección de Trabajo
La Xunta reclamará también transferencia de Inspección de Trabajo, "de la que se habló mucho en su momento, pero lo cierto es que a día de hoy" se ha avanzado poco, mientras se reclamará las competencias en materia de Meteorología. El conselleiro de Presidencia detalló que en las negociaciones también reclamarán que Galicia pueda gestionar las becas y ayudas al estudio no universitario, que a su juicio demandaría en la agilidad en su gestión.

Explicó que también se demandará la transferencia definitiva de 6.000 metros cuadrados de edificios públicos, concretamente el edificio de servicios de Monelos de A Coruña; la casa de Chocolate, en Ourense y la del edificio de Benito Corbal, en Pontevedra.

Además, está pendiente de cerrar la cesión de las bibliotecas y museos de titularidad estatal, entre ellas el traspaso de las bibliotecas de Santiago, A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra, y los museos de Bellas artes coruñés, el del castro de Viladonga, en Lugo, el etnográfico de O Cebreiro; el arqueológico de Ourense y el de artes y costumbres populares de Ribadavia, concluyó.

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