Un camarero de una de las parrilladas más concurridas del entorno de la playa de Arealonga, en Barreiros; la cocinera y una amiga de ésta que estaba ese día en la cocina de visita, protagonizaron la noche del domingo un altercado, que acabó por movilizar a la Guardia Civil y a una ambulancia del 061. Con el despliegue de efectivos y la discusión, los clientes del establecimiento, que estaba prácticamente lleno, optaron por ir abandonándolo hasta que quedó casi vacío.
Al parecer el camarero conminó a la amiga de la cocinera a retirar su vehículo porque estaba mal estacionado. Comenzaron a discutir y al retirarle él la silla en la que ella estaba sentada, ésta se cayó al suelo y comenzó a haber gritos.
Hay quienes sostienen que las rencillas entre el camarero, la amiga de la cocinera y ésta última -pese a que llevan poco tiempo trabajando juntos en este establecimiento de San Miguel de Reinante- venían arrastrándose desde hacía meses.
Ambos se alteraron tanto que la Guardia Civil tuvo que personarse en el local.
De hecho, estaba previsto que este martes mismo se interpusiera una denuncia por lesiones leves.
Tras intentarlo en numerosas ocasiones, no fue posible este lunes para este periódico contactar con el único propietario -antes de diciembre pasado eran dos socios- para que aclarase los hechos. Sí que estaba por la tarde en el lugar preparando el local. Para la vecindad, el hecho se cataloga como una mera anécdota, sin mayor trascendencia puesto que no hubo heridos de consideración. El 061, que atendió in situ a la supuesta víctima M.C.F.L., asegura que no fue preciso su traslado al hospital, ni al ambulatorio.
