'Amartizaje' perfecto

Recreación del 'amartizaje' (Foto: NASA)
photo_camera Recreación del 'amartizaje' (Foto: NASA)

Final feliz a una odisea de más de 700 millones de kilómetros. La sonda Phoenxi Mars Lander aterrizaba  sobre la superficie marciana de madrugada y un suspiro colectivo de satisfacción se dejaba escuchar en el cuartel de la NASA, que consiguió, esta vez, escapar de la maldición de Marte. “Incluso en mis sueños no habría esperado tanto”, declaró el responsable del proyecto, Barry Goldstein.

Es la primera sonda que consigue posarse en las regiones polares de Marte, 9 años después de que otra fracasara  apenas unos minutos antes del 'amartizaje'.

Después de diez meses de viaje, Phoenix entraba en la atmósfera marciana a una velocidad de 19.300 kilómetros por hora. Esta sonda, que pesa más de 600 kg debe ayudar a desvelar en los próximos tres meses si el hielo polar de Marte fue líquido en el pasado y saber si el planeta rojo pudo albergar vida alguna vez.

Primeras imágenes
Apenas dos horas después de su aterrizaje, el robot ya había enviado unas cuarenta imágenes en blanco y negro de la zona donde aterrizó. En otras fotos se ven representados el horizonte marciano y la planicie ártica.

Estas primeras imágenes muestran como Phoenix fue capaz de deplegar sin problemas sus paneles solares después de que la nube de polvo haya descendido, tal y como se esperaba.  

Este es el primer aterrizaje directo sobre Marte desde las dos sondas Viking, hace ya 32 años. Los dos ''rovers'' de la NASA que amartizaron en 2004 habían usando paracaídas y globos hinchados para amortiguar la caída, un recurso inútil para este caso debido a la condiciones de la zona.

La NASA espera que después de su misión de 90 días, Phoenix podría sobrevivir todavía un mes hasta el fin del 'verano marciano'. El coste estimado de la misión asciende a los 270 millones de euros.

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