La rotura de lunas de coche prolifera en las inmediaciones del Hula

Aparcar en las inmediaciones del Hula supone, en muchos casos, exponerse a una rotura de lunas. Especialmente, si el lugar elegido como aparcamiento es un camino situado justo enfrente de la puerta principal del hospital y que conduce a una finca. Los talleres donde reponen las lunas son conscientes de esta situación dado que -si no es cada semana, cada quince días- les llega un conductor con las lunas rotas tras aparcar el coche en esa zona.

"Desde hace dos años para aquí, se nota mucho más. Cada vez son más frecuentes este tipo de hechos. Se puede decir que cada quince días recibimos un coche con las lunas rotas tras haber sido aparcado junto al Hula. Es una de las zonas de Lugo donde se producen más hechos de este tipo, junto con el paseo del Rato y As Saamasas, junto a la escuela de piragüismo y el puente nuevo. La reparación suele rondar los 200 euros", asegura una empleada de Carglass, una de las firmas de Lugo que se dedica a la reparación de lunas.

Conocedor de esta situación es Juan Luis, un lucense que, la semana pasada, salió de la consulta del especialista, en el Hula, y se encontró con los asientos delanteros de su furgoneta llenos de cristales, los objetos que llevaba en la guantera tirados por el suelo y el parabrisas y una de las lunas laterales rotas. "Vino un chico a pedirme dinero por aparcar y no le hice caso pero moví la furgoneta para otro sitio, más lejos, porque desconfiaba. Al final, me encontré con esto", comenta.