Con la nómina y paga extra de diciembre pendientes de cobro y la certeza de que tampoco verán el salario de enero, los trabajadores de la Cámara reclaman la dimisión de su presidente, Eduardo Núñez Torrón, y que una comisión gestora nombrada por la Xunta se haga cargo de la dirección. Entienden que esa es la única salida para «desbloquear la situación de desgobierno en la que se encuentra esta corporación» (ya que la dimisión de varios integrantes del pleno dejó al organismo decisor sin capacidad ejecutiva real al no tener quórum) y están dispuestos a forzarla.
Ayer, después de la asamblea en la que Núñez Torrón explicó cuál es la situación del órgano cameral, la plantilla acordó iniciar medidas legales contra la institución y sus representantes. Dicen lamentar «la situación de abandono y la falta de sensibilidad que están sufriendo por parte de los gestores camerales». Tampoco entienden por qué el presidente quiere aguardar a la reunión que tendrá mañana con la subdirectora xeral de comercio y, dentro del Consello de Cámaras, con el vicepresidente de la Xunta porque no creen que, de ninguno de esos dos encuentros, vaya a salir una solución concreta a sus problemas laborales.
