Blog | Recto verso

La nueva realidad

Si quemamos banderas, las quemamos todas o ninguna. No vale elegir

EMPEZÓ ANTES, pero un foco inicial temporal aceptable fue cuando empezaron a llamar nazi a Zapatero o a sus ministras y ministros. Fue Miguel Ángel Rodríguez el más activo en aquellas tertulias vomitivas y tuvieron que echar el freno por dos razones: a Miguel Ángel Rodríguez le estaba saliendo el exabrupto a toque de 35.000 euros cada uno y aquello era infumable.

Pero algo consiguió esa gentuza: enrarecer el ambiente. El anterior ministro del Interior aprobó una extraña ley, esa que llaman Ley Mordaza, por la que por ejemplo en el caso de la señora que grabó a un grupo de Mossos dando una paliza a un señor que resultó ser mortal, su vídeo no solo no serviría para enjaular a los asesinos, sino que le caería un paquete a la mujer por grabarlos.

Las modificaciones judiciales se aceleraron hasta el punto en que fue complicado seguirlas y se creó el "delito de odio" o de "incitación al terrorismo" además de redifinir lo que era terrorismo y, en consecuencia, ser un terrorista o apoyar y divulgar el terrorismo. Estaba pensado para temas muy concretos, rematadamente mal definidos y que se están tergiversando.

Así que aprovechando el río revuelto la gente empezó de repente a sentirse odiada de forma intolerable y, de un día para otro, judicialmente punible. Los jueces y fiscales no son un bloque monolítico, pero una buena parte de ellos (vean sus apellidos) están en esa parte en la que consideran que todo ofende cuando es sobre temas que a ellos les ofenden. Pongamos un ejemplo bastante claro: la gente se siente terriblemente por canciones de un grupo que se llama Def Con Dos que, en realidad, no han escuchado en su vida. Solo cuando se las pusieron para ir a por su compositor, César Strawberry, quien por cierto es de Vegadeo y un tipo tranquilo y educado donde los haya. Def Con Dos, para no iniciados, es uno de esos grupos que usa el sarcasmo hasta el punto de haber propuesto en una canción la idea de hacerse fraile para salir de una situación permanente de desempleo. En otra animaban a practicar la coprofagia, en otra reproducían uno de esos tiroteos de Estados Unidos y así sucesivamente. ¿Alguien cree que de verdad, pero de verdad, estaban incitando a asesinar gente en una hamburguesería o a comerse sus propios desechos? Claro que no. El problema es que su repertorio es una larga lista de crítica social como un tema impagable sobre la boda de la hija del Aznar: "Recuerdo aquella boda en El Escorial / delirio de grandeza y de vanidad". Aquí nadie le dio la razón. Sospecho que el Tribunal de Derechos Humanos se la va a dar y el Estado y el sistema judicial español quedarán a la altura del betún.

Este fue un caso concreto, pero hubo muchos de raperos, aquella portada de El Jueves, el careto de Cristo en no sé qué, los disfraces de un grupo en un desfile de Carnaval de enfermeras con minifaldas demasiado cortas que al parecer denigran la profesión (si es que... ¡Qué país!). Hasta Irene Villa diciendo que dejen en paz al tuitero que hizo chistes sobre ella porque no se siente humillada y un juez diciendo que sí, que da igual lo que diga porque él dice que sí lo está, y punto.

Eso sí, nadie ve nada de particular en que Urdangarín se marche a Suiza. En eso no hay ningún problema. Aquí se dijo que lo de destruir discos duros en la sede del PP no es ningún problema porque no tenían información relevante. ¿Y eso? ¿Cómo lo saben si no pudieron ver lo que había dentro? Eso se llama tomarnos por tontos.

El sábado de Entroido, el alcalde de Ribadeo mandó retirar una bandera independentista catalana del muñeco de Puigdemont que iba a quemar como fin del Entroido. Tuvo sus razones y las explicó: "En Ribadeo non queimamos ningunha bandeira". Y dijo que al igual que quemar la española es delito y no lo permitiría nunca, tampoco quiere que se queme ninguna otra.

Lo triste de toda esta situación es que sin tener ninguna razón el alcalde, toda esa tropa de la que hablamos antes y los precedentes que crearon, acabaron por dársela. Imaginemos por un momento que el muñeco a quemar fuese el de Feijóo y le colocasen las banderas gallega y española. Es casi seguro que el propio alcalde y el presidente de Acisa acabasen delante de un juez y, probablemente, condenados. Como mínimo, a pagar los famosos 480 euros.

De modo que si se sube tanto el listón de las exigencias, hay que subirlo para todos, y lo que en circunstancias normales sería un acto intolerable de censura del alcalde de Ribadeo, se convirtió en un acto de sensatez en este clima de permanentes ofendidos.

Hicieron de esto un carnaval continuo.

EL GUSTO. El gran impulso del concurso de baristas del IES de Foz

EN LOS TRES años que Nicolás Asensio lleva la frente del IES de Foz ya habrá tenido más que suficiente para comprobar la gran trascendencia que tiene el certamen de baristas que organiza su centro. Se trata de un evento que se celebró esta pasada semana y que es una demostración palpable de la importancia de una formación acorde con las necesidades laborales que el alumnado se va a encontrar cuando salga al mundo laboral. Ahora, tanto su centro como la Mancomunidad trabajan en cursos que incluso amplían la oferta académica reglada y que también son una gran oportunidad.

EL DISGUSTO. El vergonzante secuestro del libro de Nacho Carretero

EL LIBRO Fariña resultó ser, contra todo pronóstico, un gran éxito de ventas porque no es una novela. Es un ensayo que recoge de modo meticuloso la historia del narcotráfico gallego de forma ejemplar. Ahora una jueza ordena secuestrar su décima edición. ¿La razón? Cita a un exalcalde de O Grove condendo por narcotráfico cuya condena se anuló luego por un defecto de forma. Esto podría anular uno de los pocos libros existentes en los que es posible consultar, aunque sea muy brevemente, algo relacionado con las descargas de droga en A Mariña. Todo el apoyo del mundo a Nacho Carretero.

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