La ministra francesa de Justicia, Christiane Taubira, afirmó este miércoles que abandona su cargo, "fiel" a sus convicciones y por un "gran desacuerdo político" con la línea gubernamental.
"He optado por ser fiel a mí misma, a mis compromisos, a mis combates, a mi relación con los otros", dijo Taubira en su primera comparecencia ante la prensa tras el anuncio de su salida.
La ministra, vista como la voz más progresista y crítica del Gobierno que preside el socialista Manuel Valls, destacó que aunque "el peligro terrorista que amenaza (al país) es grave", no cree que "se le deba conceder ninguna victoria, ni militar, ni diplomática, ni política, ni simbólica".
El detonante de su abandono ha sido la reforma constitucional que prevé retirar la nacionalidad francesa a los binacionales condenados por terrorismo, que comenzará a debatirse la semana que viene en la Asamblea Nacional.
"Porque este país rebosa de fuerza, energía, voluntad, imaginación, puede entender que su destino colectivo reposa sobre bases sólidas, entre las que está la construcción de su identidad republicana, cívica, y que estas son lo suficientemente robustas, profundas, como para resistir a los accidentes y tragedias", añadió.
Taubira será reemplazada este miércoles por el diputado socialista Jean-Jacques Urvoas, presidente de la Comisión de Leyes de la Asamblea Nacional, que el año pasado preparó la polémica ley sobre el refuerzo de los servicios secretos.
Su dimisión fue aplaudida por la extrema derecha francesa, por la derecha e incluso por el centrista Unión de Demócratas Independientes (Udi), pero ecologistas y algunos disidentes socialistas elogiaron el conjunto de su trayectoria y la valentía de su decisión.
