La maraña socialista

Santos y Tomé, nombres más repetidos para unas primarias complejas, en las que podría haber otro candidato y voto impredecible
Caballero, en una reunión con socialistas lucenses
photo_camera Caballero, en una reunión con socialistas lucenses

Los socialistas tienen claro desde el enfrentamiento Sánchez-Díaz que una cosa son los avales y otra, los votos. Tampoco la aparente movilización a favor de un candidato es concluyente, ya que si lo fuera Villoslada hubiera obtenido más votos en Lugo, donde todo el aparato del besteirismo se volcó con su candidatura. Parece que ahora lo que toca es algo tan antiguo como esperar al recuento para saber verdaderamente qué quiere el electorado. En las primarias para elegir al secretario provincial pasará lo mismo, nadie se atreve a hacer previsiones.

La cita llegará con un partido dividido -en el que sus miembros ni siquiera se ponen de acuerdo en cuántos grupos diferentes hay ni en los respaldos que tienen unos y otros- y con una polémica inicial. El calendario electoral, que fijaba las primarias en la provincia para el día 26 de noviembre, tuvo que ser desestimado a petición del flamante secretario general del PsdG para que el proceso no se solapase con ninguna de las citas del congreso gallego.

Unos han interpretado esto como una maniobra de los besteiristas para poder diseñar una ejecutiva un poco al margen de las intenciones de Caballero, pero son mayoría los que defienden que, en realidad, el objetivo era solo el de acabar el año con las ejecutivas provincial y locales ya funcionando y evitar prolongar un proceso que abre aún más la herida. Caballero le dijo al presidente de la gestora lucense que nada se podía hacer hasta que acabara el congreso autonómico, con lo que habrá que esperar hasta el 1 de noviembre para volver a hablar del calendario.

El secretario general pidió a la gestora que prescindiera del calendario de primarias y lo decidiera solo tras el congreso gallego


Mientras, por supuesto, suenan nombres de posibles candidatos. Álvaro Santos podría anunciar ya la próxima semana su candidatura, que cuenta con el respaldo del presidente de la Diputación, Darío Campos. Este comprometió su apoyo tras proponer a Manuel Martínez en la vicepresidencia del organismo provincial. Este, sin embargo, no asume como propio ese compromiso y este viernes se mostró convencido de que habrá más candidaturas, algo que considera positivo. "Al final, quien va a hablar es la militancia. También desde ciertos círculos de poder en la Diputación se apostó por Villoslada y, sin embargo, la militancia eligió a Caballero. La gente está cansada de padrinazgos, postulaciones y terceras personas, cada uno decidirá en este proceso", dijo.

TOMÉ. El segundo nombre que suena con fuerza es el del alcalde de Monforte, José Tomé. Si bien se cree que su apoyo a Villoslada podría haber frenado su interés en optar a presidir la ejecutiva provincial, también se le considera una persona pragmática, con habilidad para superar ese escollo inicial.

En un panorama imaginario en el que esos dos fueran los únicos candidatos, se cree que sería el primero el que obtendría el apoyo de Caballero, aunque hay quien defiende que, probablemente, ninguno de los dos lo tenga y el sector oficial en Galicia pueda promover una tercera candidatura. Para algunos, esta sería la mejor noticia. Para otros, la peor, la forma segura de ahondar en la división existente en Lugo.

Incluso con el respaldo del secretario general, nadie cree que Santos lo vaya a tener fácil. El apoyo de Campos se ve como un arma de doble filo, que le aseguraría sin duda el voto de los partidarios del presidente de la Diputación pero le racanería el de sus opositores, un charco en el que de no ser así Santos quizás sí podría pescar.

En el caso de Tomé, sus puntos débiles serían, en la Zona Sur, su feudo, los movilizados a favor de Caballero (de ahí es el que fue, junto al alcalde de Pedrafita, su principal valedor en la provincia, José Antonio Quiroga) y, en general, la zona de A Mariña, que le culpa a él de haber perdido su representante en el Parlamento gallego. Tradicionalmente, las listas de las elecciones autonómicas siempre incluían en el tercer puesto a un mariñano y en el cuarto, a un representante de la Zona Sur. A petición de Tomé se modificó el orden y ahora no hay mariñanos en la bancada socialista.

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