Jesús Sánchez Rocha: "O que necesitamos é ter máis industria para o eucalipto"

La limitación de plantaciones enfrenta a los propietarios con la Xunta y los ecologistas

La Administración planea prohibir el cultivo en 29 concellos de Lugo y los afectados se ven discriminados
Leiras libres de eucaliptos nas que se plantarán especies autóctonas
photo_camera Leiras libres de eucaliptos nas que se plantarán especies autóctonas

EL EUCALIPTO, una especie tan controvertida como rentable en los últimos años frente a un pino en horas bajas, se ha vuelto a colocar en el centro de la polémica y ha hecho estallar una guerra en el monte de cuyo desenlace dependerá el modelo forestal a seguir en las próximas décadas. El detonante ha sido la divulgación de un borrador de decreto de la Xunta sobre nuevas plantaciones que, en sus actuales términos, según denuncian sus detractores, implica la prohibición del cultivo del eucalipto nitens variedad al alza por su resistencia al frío en 29 concellos lucenses y en la provincia de Ourense.

Pese a que Medio Rural insiste en que el documento no es definitivo y que está abierto al debate y a sugerencias, ya han surgido plataformas pro y antieucalipto, abanderadas por productores y ecologistas, respectivamente, que están reeditando viejas disputas, los primeros para defender sus derechos como propietarios y los segundos para proteger la biodiversidad del monte. La consellería, que se resiste a hablar de prohibición y prefiere usar el término ordenación, aduce que busca preservar la identidad forestal de zonas en las que apenas hay eucaliptos o tienen poco rendimiento económico, en el interior de la comunidad, para conservar las frondosas autóctonas.


El nitens es más resistente a plagas que afectan al globulus, por lo que está sustituyendo en la costa a esa especie pese a que la densidad de su madera es menor


Para justificar esta decisión, dice que según el último Inventario Forestal Nacional, del 2009, del total de 1,4 millones de hectáreas arboladas de la comunidad la superfi cie de eucalipto alcanzaba ese año las 280.000 hectáreas en masas puras —a las que habría que añadir otras 145.000 en masas con otras especies—, y esa cifra ya supera con creces la prevista en el Plan Forestal de Galicia para el año 2030, de 245.000 hectáreas. En esa expansión constante del eucalipto, una especie del agrado de los propietarios por crecer rápidamente y porque su madera se paga a precios superiores que la del pino, ha jugado un papel fundamental la implantación de la variedad nitens, que por su resistencia al frío y al viento ha conseguido asentarse en montes del interior a donde no pudo llegar el eucalipto globulus, el predominante en A Mariña y preferido por la industria.

Además, el nitens es más resistente a plagas que afectan al globulus, por lo que incluso está sustituyendo en la costa a esa especie pese a que la densidad de su madera es menor, lo que resulta un hándicap para su aprovechamiento para pasta de papel y abarata su precio. Esas limitaciones y las dudas sobre su rentabilidad futura, por su proliferación en el monte, no parecen frenar su expansión y, según datos de los viveros, el 75% de nuevas plantaciones de eucalipto son de nitens. Tampoco le plantea competencia el pino, por sus precios más bajos y sus edades de corta superiores, de unos 30 años.

EUCALIPTIZACIÓN INTERIOR. Los ecologistas temen que con el nitens la eucaliptización de la costa llegue ahora al interior de la comunidad, por lo que se han agrupado en un plataforma llamada Stop Eucalipto, Avante Carballo. Las cerca de 30 organizaciones que la integran reclaman una moratoria en esas plantaciones para planificar el territorio y acabar con este monocultivo que, según denuncian, amenaza con esquilmar el monte gallego.

Ponen el foco en otras riquezas a preservar, desde la paisajística hasta la patrimonial, y, además, tienen serias dudas de la rentabilidad económica del eucalipto y vaticinan que los precios se derrumbarán al saturarse el mercado. La Xunta parece compartir ese temor a una posible eucaliptización del interior de la comunidad. Al menos eso se deduce de la ordenación que acaba de presentar al sector en el Consello Forestal, que solo permite el nitens en Lugo en los distritos forestales VI y X, que se corresponden con las comarcas de A Mariña y Terra Chá.


Con Castroverde como zona cero de las protestas en Lugo, a nivel gallego ese malestar ha quedado de manifiesto en el último Consello Forestal


Se prohíben esas plantaciones en el distrito VII, de A Montaña (Baralla, Becerreá, Navia, Cervantes, As Nogais, Pedrafita, Baleira, A Fonsagrada y Negueira de Muñiz); el VIII, del sur de la provincia (Carballedo, Chantada, Taboada, Folgoso do Courel, Quiroga, Ribas de Sil, Bóveda, Pantón, O Saviñao, Monforte, A Pobra do Brollón y Sober), y en parte del distrito IX, del centro (la restricción afecta en ese área solo a Castroverde, Sarria, O Incio, Samos, Triacastela, Paradela, O Páramo y Láncara).

CONTESTACIÓN VECINAL. En la provincia ha sido en Castroverde, dentro de ese área forestal con trato desigual entre municipios, en donde este borrador de decreto ha generado más revuelo. Los vecinos no entienden que la Xunta planee prohibir en este concello una plantación de la que sí podrán sacarle rendimiento en ayuntamientos limítrofes como Pol y Lugo.

Ese malestar ha desembocado en la aparición, primero, de una plataforma proeucalipto y, después, de la Asociación de Produtores dos Montes de Castroverde, que defiende que la regulación de masas forestales que incluye el PXOM es suficiente para evitar la plantación indiscriminada de eucaliptos. Los afectados dicen sentirse marginados y critican esa franja divisoria entre la Galicia que puede plantar eucalipto y aquella en la que se prohíbe, una línea que ven arbitraria y han tachado de "muro de Trump".

Con Castroverde como zona cero de las protestas en Lugo, a nivel gallego ese malestar ha quedado de manifiesto en el último Consello Forestal, en donde, tras escuchar los planes de Medio Rural, el sector se ha opuesto de forma unánime a las restricciones a la variedad de eucalipto predominante por su mejor adaptación al territorio.

Así, tras la reunión, asociaciones de propietarios y otros agentes del sector englobados en el Clúster da Madeira, que guardaron silencio hasta conocer de primera mano las intenciones de la Xunta, han mostrado su rechazo a una regulación que ven innecesaria, al creer que la actual legislación, bien aplicada, evita la eucaliptización del monte. Con estas posturas totalmente enfrentadas y con la Xunta sin dar plazos para sacar adelante el decreto, la guerra en el monte amenaza con prolongarse en el tiempo y sumir al sector en la incertidumbre



Comentarios