Opinión

La importancia de las raíces

Gerard López. ARCHIVO
photo_camera Gerard López. ARCHIVO

La cosa va de entrevistas. Por ejemplo, la de El País a Gerard López (en la foto), el ejecutivo luxemburgués de 47 años con raíces lucenses que ahora preside el Lille francés, todo un club de Champions en el que dice haber invertido 200 millones. Hace años había intentado hacerse con el CD Lugo, pero se le anticipó muy hábilmente Tino Saqués. Pues bien, el excopropietario de Skype se ha "asociado" al Gobierno ruso y se dedica ahora al "corretaje de energéticas". Pero aún saca tiempo para reunirse de vez en cuando con los jugadores de su equipo y hablarles en plan coaching. "He jugado a un nivel bastante alto al baloncesto en EE.UU. y comprendo los vestuarios", dijo antes de la visita del Lille al Valencia, con el que perdió 4-1. Ahora, más que nunca, los futbolistas galos van a necesitar una de sus charlas motivadoras. 

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La otra entrevista es la del actor lucense Luis Tosar este jueves en El Mundo, con un titular llamativo: "Queramos o no, vivir en una monarquía nos hace vasallos". Reflexiona también sobre su vinculación en el pasado con el nacionalismo, del que acabó desmarcándose, y asegura que "el galleguismo siempre fue más amplio, global e internacionalista que lo de Cataluña". 

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De Lugo no es Walter Álvarez, pero en esta ciudad dejó un grato recuerdo profesional y personal. De hecho, el director territorial de Abanca en Vigo viene a la ciudad casi todos los fines de semana por razones familiares y afectivas. 

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En Vigo nacieron los reputados economistas Santiago y Manuel Lago, este diputado autonómico, pero su familia es de Furís (Castroverde). ¿A que no lo sabían?

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