La huelga

El paro conovocado para hoy por los sindicatos figuraba en la hoja de ruta de las reformas. Llega, quizás, con cierta premura en el tiempo para un Gobierno con cien días en el poder. Que la jornada transcurra sin incidentes debería ser un objetivo compartido por todos: por quienes paren y por quienes opten libremente por trabajar.

Mensajes cruzados

¿Van a subir o no los impuestos? ¿Va a subir o no el Iva? Depende a quien se escuche en el Gobierno la percepción puede ser una o la contraria. Montoro, por ejemplo, no descarta una subida del Iva. Rajoy, en Seúl, anuncia más recortes en el presupuesto de los ministerios para no tocar el Iva, para no afectar al consumo. Estas inconcreciones contribuyen a alimentar la incertidumbre, la falta de confianza sobre el presente y el futuro por parte de los ciudadanos.Un gobierno que prometió claridad, pasadas las elecciones andaluzas debería asumir otra política de comunicación -empezando por unificarla o coordinarla para que no aparezcan solistas-, al menos en materia de política económica.

Una subida con luces y sombras

La subida de la luz desde el día primero se anuncia como inevitable. De un lado, una sentencia del Supremo y de otro, el déficit tarifario: la factura del consumo no cubre ni de lejos el coste de producción. Habría que acompañar estos razonamientos con otros: solo un 45% de la factura se destina al pago de la electricidad que consumimos, el 55% se va a impuestos y subvenciones. Subvenciones al propio sector, lo que no sería excesivo entenderlo como un ingreso para ese coste de producción. Desde la óptica de consumidores, con llamadas a la austeridad, el impacto de la subida de la luz choca con noticias recientes de bonus millonarios y de salarios también millonarios para directivos del sector.

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