El BNG llevó ayer al Parlamento su oposición a la gasolinera que Carrefour está construyendo en su centro comercial de Lugo, a menos de cien metros del río Miño, una oposición a la que se sumó «personalmente» el director xeral de Avaliación Ambiental, el lucense Justo de Benito.
«Yo, personalmente, me sumo a cualquier manifestación de oposición a que esta instalación se ponga en este lugar, pero lo que tengo es que cumplir la legislación», expresó el alto cargo ayer en la comisión de medio ambiente del Parlamento, a preguntas de la diputada Ana Pontón.
La nacionalista le respondió que el problema radica en que la ley a la que se refiere (la Lei de Emprendemento e Competitividade Económica de Galicia) fue elaborada por su partido «é media das grandes multinacionais e sen ter en conta os efectos que a súa aplicación pode ter en determinados lugares».
La mencionada norma permite montar una gasolinera en cualquier centro comercial, con independencia de la calificación urbanística del suelo y sin que los ayuntamientos tengan que conceder licencia de actividad, sino simplemente licencia de obra.
De Benito negó que la Xunta emitiera un «informe positivo» para la gasolinera. Indicó que cumplió «un trámite legalmente establecido» para «establecer los condicionantes ambientales que necesariamente tiene que cumplir el proyecto».
