La excavación de dos casas en la Praza Maior y Doutor Castro deja a la vista una cloaca decimonónica

La prospección es bastante superficial, por lo que no llega al nivel romano y provoca más expectación que resultados
Excavación en la antigua Casa Arturo, en la Praza Maior
photo_camera Excavación en la antigua Casa Arturo, en la Praza Maior

Obreros y arqueólogos trabajan desde hace días en el subsuelo de dos casas en la Praza Maior (la antigua Casa Arturo) y Doutor Castro (el viejo despacho de lotería), que son de la misma propiedad y estaban comunicadas por un patio, pero la excavación está produciendo más expectación entre los viandantes, que pueden ver trozos de muros desde la calle, que resultados.

Bajo la casa de Doutor Castro se supone que continúa la domus romana que se puede ver en parte en la calle y en la Casa dos Mosaicos, al otro lado de la vía, pero los restos arqueológicos están a un metro de profundidad, o algo más según la zona, y ahora no se ha bajado de los 60 centímetros salvo en una zona muy concreta, para colocar un ascensor. Sin embargo, ni siquiera en este punto ha aparecido material de interés.

El trabajo arqueológico que dirige Roberto Bartolomé ha permitido ver dos canalizaciones de evacuación. Son la cloaca de la casa actual, del siglo XIX, y otro canal de la edificación que hubo antes de esa. En la cloaca moderna apareció un pequeño fuste de una columna. Es probable que sea romano, pero no seguro, ya que apareció totalmente descontextualizado. Estaba encajado en la pared de la canalización. Salieron también a la luz otras seis piedras de granito, que igualmente podrían ser romanas. El material será llevado al museo de Viladonga, el depósito donde la Xunta custodia piezas arqueológicas desde que el Museo Provincial agotó su capacidad. Como es habitual, el trabajo en el subsuelo aportó muchos pequeños fragmentos decerámica, pero más del 90% es moderna, calcula Abraira.

El hallazgo más curioso de la excavación fue un pequeño sótano bajo la casa de la Praza Maior, un habitáculo que no es habitual en construcciones de esa época. A falta de un mayor estudio, se sabe que es posterior a la casa. Estaba cubierto por tablas y no tenía escaleras, por lo que no parece un espacio propicio para almacén o bodega. Pero a la vez presentaba un acabado bastante bueno como para haber sido un lugar para esconderse, por ejemplo.

La excavación puede verse como una oportunidad perdida para intentar sacar a la luz otras estancias de la domus, y en general para seguir avanzando en la búsqueda de material y de conocimiento arqueológico, pero hay especialistas en patrimonio que cuestionan que se sigan destapando elementos con el riesgo de que después no se cuiden ni se estudien.

Comentarios