La estación de la lluvia

El mal tiempo impidió salir por segundo año consecutivo a la procesión del Cristo del Perdón, que tuvo que conformarse con completar un Vía Crucis por el interior de la catedral

Los cofrades del Cristo del Perdón completaron el Vía Crucis en el interior de la catedral VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Los cofrades del Cristo del Perdón completaron el Vía Crucis en el interior de la catedral. VICTORIA RODRÍGUEZ

La Cofradía del Santo Cristo del Perdón tiene con la lluvia una suerte negra como el color de los hábitos de sus cofrades. Por segundo año consecutivo, el mal tiempo impidió su salida a las calles de Lugo y confinó a los fieles al interior de la catedral. Eso no impidió, sin embargo, que cofrades y devotos completaran las catorce estaciones del Vía Crucis en una lenta vuelta al templo.

Los rostros graves de los cofrades, a la vista sin los tradicionales capuchones rojos que los cubren cuando la procesión recorre las calles del centro, dejaban ver la frustración de no poder sacar sus pasos de Cristo del Perdón y Nuestra Señora de la Piedad, que permanecieron inmóbiles junto a una puerta de salida de la catedral que no llegó a abrirse.

Apenas una treinta de cofrades escoltaron a la comitiva, en la que, además de las autoridades políticas y civiles, destacaba la nutrida presencia de guardias civiles engalonados. Una quincena de ellos, encabezados por el jefe de la Comandancia de Lugo, Miguel González Arias, no quisieron faltar a una tradición que une los pasos de esta cofradía y los de la Guardia Civil desde 1953.

Todos ellos contaron además con el apoyo de un centenar de fieles que, bien siguiendo las estaciones del Vía Crucis o bien desde los bancos de la catedral, arroparon el desfile. Los cofrades esperan poder resarcirse en viernes, acompañando al Santo Entierro.

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