La CHMS fue multada por la tala de 36 árboles junto a la Ponte da Áspera

La Consellería de Cultura ha impuesto una sanción de 1.062 euros a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) por talar al menos 36 árboles en la ribera del río Celeiro, dentro del entorno inmediato de protección de la Ponte da Áspera y el territorio histórico del Camino Francés, sin contar para ello "coa previa e preceptiva autorización da Dirección Xeral do Patrimonio Cultural".

Los hechos, que se remontan al verano de 2014, fueron denunciados por la Plataforma Sarriana polo Río y Adega. Ambos colectivos pusieron en conocimiento de la Administración una tala que definieron como "salvaxe e inxustificada", la cual afectó en esta zona a unos 20 alisos, además de castaños de cierto porte.

La consellería tipificó los hechos como una infracción administrativa de carácter grave, por la cual la instructora del expediente propuso una sanción de 3.000 euros, que finalmente quedó en 1.062 al entender que no hubo afectación al patrimonio arqueológico.

El importe de la multa se corresponde con el dinero que se ahorró la CHMS por realizar la tala sin control arqueológico, el cual sería obligatorio en caso de haber solicitado el correspondiente permiso.

La CHMS alegó en su defensa que actuó "por risco de inundación", que la tala se hizo fuera de las zonas laterales de protección del Camino y que posteriormente plantó especies autóctonas para compensar el corte de árboles.

La Plataforma recuerda que el organismo de cuenca ya fue sancionado en otra ocasión por tirar un nogal junto a la pasarela de O Toleiro cuando estaba en vigor la paralización de la tala. A mayores, la empresa del encauzamiento recibió multas por un vertido al río Sarria y por una deficiente gestión de los residuos de estas obras.

El colectivo vecinal considera que la CHMS actúa con "desprezo pola legalidade" porque las sanciones se pagan con dinero público "sen que as autoridades e funcionarios que adoptan as decisións se vexan afectados". Además, critica la "pasividade" de Xunta y Concello, y achaca la actitud "impune" de la Confederación al hecho de que "ninguén lle para os pés, salvo un pequeno grupo de cidadáns, a costa de esforzos particulares".