La calidad del agua de la traída de Rábade enfrenta a vecinos y Concello

La asociación San Vicenzo se queja de su turbidez y cree que está contaminada ►El alcalde recalca que es potable y que se somete a controles diarios en varios puntos

La calidad del agua de la traída de Rábade ha vuelto a provocar las quejas de los vecinos, que han denunciado ante el Concello la turbidez y el olor de la misma y ponen en duda su potabilidad, que el gobierno local garantiza.

La asociación vecinal San Vicenzo acusa al Concello de hacer caso omiso a un escrito presentado por este colectivo el 1 de agosto, en el que se quejaba de la mala calidad del agua y de cortes en el suministro los días 22, 23, 27 y 29 de julio en varios puntos de la localidad, como la Avenida de Vilalba y la Rúa Rosalía de Castro.

El presidente de la asociación, Arcadio Casanova, afirma que junto a ese escrito se remitió un análisis encargado por el colectivo sobre la calidad del agua, en el que, según asegura, se detectó una posible contaminación por bacterias fecales, algo que podría provocar diversas enfermedades.

La polémica no es nueva, ya que hace un año también se registraron quejas vecinales por problemas similares en la red


Ante estas protestas, el alcalde de Rábade, Francisco Fernández Montes, asegura que se realizan controles diarios de la calidad del agua y sus resultados desmontan las protestas y confirman que el agua de la traída se encuentra entre los parámetros adecuados para el consumo. El propio regidor subraya que en caso de que el agua no fuera potable, el Concello lo comunicaría de inmediato.

Los vecinos críticos con el gobierno local denuncian también que las instalaciones de la traída son demasiado antiguas, lo que provoca problemas frecuentes en las canalizaciones que causan cortes, con el consiguiente deterioro de la calidad del agua y la posterior obra para subsanar el fallo.

Desde la asociación San Vicenzo afirman también que varios vecinos han tenido que instalar filtros para poder usar el agua del grifo con normalidad y creen que, además de los inconvenientes para particulares, también es un problema para los negocios de las zonas afectadas.

El alcalde de Rábade cree que estas protestas, sobre todo las insinuaciones de que hay contaminación , sólo generan "unha sensación de alarmismo innecesaria" y recalca que el agua de Rábade "sempre foi potable".

Esta polémica no es nueva, ya que hace un año varios vecinos también se quejaron de problemas similares en la traída ante el Concello, al que, como ahora, acusaron de guardar silencio.


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