La calidad como bandera

Unos buenos productos de la tierra a los que solo les falta el vino. AEP
photo_camera Unos buenos productos de la tierra a los que solo les falta el vino. AEP

EL CAMINO EMPRENDIDO en 1993 para conseguir unos vinos de calidad, diferenciados, no ha estado exento de dificultades. Pocos eran los que creían que la uva tinta mencía podía colarse en los mercados más exigentes, pero a base de trabajo y sobre todo gracias al empeño de los viticultores para obtener un caldo único se logró tal objetivo. Podríamos decir que el año 2009 fue el de la eclosión de los Ribeira Sacra con su aparición en la prestigiosa revista The Wine Advocate del reconocido crítico estadounidense Robert Parker, lo que supuso que se abriesen numerosas puertas a nivel nacional e internacional.

Hasta el momento, la mayoría de los vinos de la zona se consumían en nuestro territorio, Galicia, hasta que Parker propició su externalización. En la actualidad se puede encontrar un Ribeira Sacra en la carta de cualquier restaurante de calidad de España y en los más selectos del extranjero. Hasta Barack Obama, el presidente de la nación más poderosa sobre la faz de la tierra, lo probó en una cena que todos los años organizan los empresarios hispanos de Estados Unidos.

Nuestros vinos ya viajan por el mundo, aunque por el momento lo hagan tímidamente, pues solo el diez por ciento de los tres millones de litros que se envasan cada campaña se va fuera de España, pero todo se andará.

Con estos mimbres se puede deducir que la calidad vende, que hay gente, y mucha, que apuesta por los productos con personalidad propia, que son irreproducibles, como los caldos de la Ribeira Sacra, por lo que habría que pensar en sacar provecho a otras materias primas de altísima calidad que nos ofrece el territorio llamado Ribeira Sacra.

En este camino se encuentra la factoría Custom Drinks, ubicada en Chantada, que ha apostado por la producción de una sidra elaborada con manzanas gallegas, que es cien por cien ecológica y que ha rendido a los paladares más exigentes dentro y fuera de España.

Ahora es el momento de aprovecharse de que disponemos de castañas, también cien por cien ecológicas, a montones, de una miel única o de un aceite sacado de olivos centenarios del valle del Sil que es irrepetible para obtener rendimiento a estos y a otros muchos productos de calidad de los que disponemos en la Ribeira Sacra, como se hizo en su momento con el vino.

Hay que creer en las posibilidades de lo nuestro como creen los de fuera. Decir que es de Galicia ya es sinónimo de éxito. Ejemplo de ello es la iniciativa de la empresa Pan de Ousá, de Outeiro de Rei, que junto a la firma Forno de Lugo, de Castroverde, ha abierto un despacho en el centro de Madrid, donde les quitan literalmente de las manos el pan y las empanadas que viajan a la capital de España todos los días desde Lugo.

El único problema en esta idea de rentabilizar lo nuestro está en una falta del llamado espíritu emprendedor, aunque cuando lo hay, como en el caso de un vecino de la comarca de Quiroga que dispone de un proyecto para poner en marcha una almazara y comercializar aceite y cerezas de la zona, plan que cuenta con el respaldo del plan Leader en forma de ayudas económicas y con un estudio de viabilidad elaborado por la Universidade de Vigo, pero que se ha encontrado con que las entidades bancarias le cierran la puerta en forma de negativa a concederle un crédito para llevar adelante su idea.

Estoy ansioso por conocer los proyectos empresariales ganadores presentados al concurso convocado por Semente de Monforte, pero sobre todo para saber, como se dijo, si realmente habrá empresarios interesados en apoyar económicamente su desarrollo. Bueno, no hay que caer en el desánimo y pensar que así será. Un gallego ilustre como Cristobal Colón (un grupo de expertos ha asegurado recientemente que era de Pontevedra) no cayó en él y acabó descubriendo América.

El conflicto de la piscina tiene tintes de culebrón televisivo
La quiebra de la empresa Grupo Pazos ha sido un verdadero marrón para el Ayuntamiento de Monforte, sobre todo para el alcalde, el nacionalista Severino Rodríguez, que lleva cerca de dos meses, intentando reconducir la situación para que la piscina municipal de la que se encargaba esta firma no cierre y sus doce empleados no pierdan su empleo. Hubo dos amagos de huelga que se suspendieron en el último momento por la buena voluntad de los empleados de las instalaciones, que han creído las palabras de los políticos en el sentido de que la solución es inminente, y ello a pesar de llevar cinco meses sin cobrar sus sueldos.

Rodríguez dijo en la tarde del jueves que ya disponía de todos los datos para reconducir la situación y que, «persoalmente» se iba encargar del asunto para dejarlo totalmente zanjado en el plazo máximo de dos semanas. «É o obxectivo que me marquei», subrayó. Esperemos que esto no se convierta en un culebrón televisivo.

Un trágico balance en las carreteras de la zona
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha con motivo de las fiestas navideñas un plan integral de vigilancia para las carreteras secundarias, donde se producen el 80 por ciento de los accidentes mortales, como el acaecido este jueves en la vía provincial que une Ferreira de Pantón con Escairón. Pudo haber sido peor, pues este mismo día y solo con cinco minutos de diferencia, se produjo otro en Sober que por su magnitud pudo arrojar un balance más trágico.

En este caso, los siniestros no tuvieron nada que ver con la velocidad, el alcohol y las drogas. Tampoco se puede hablar de un mal estado de la carretera o de unas condiciones climáticas adversas.Todo, según parece, se debió a sendos despistes, dos conductores que se incorporaron a una vía principal sin percatarse de que no era el momento.

Amigos conductores, por favor, poned toda la atención del mundo cuando salgais a la carretera.

(Publicado en la edición impresa el 13 de diciembre de 2014)

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