La artrosis

Enfermedad crónica que afecta al 10 por ciento de la población general, representa casi la cuarta parte del total de pacientes atendidos en las consultas de reumatología.

LA ARTROSIS es una enfermedad crónica que afecta al 10 por ciento de la población general. Representa casi la cuarta parte del total de pacientes atendidos en las consultas de reumatología. Su prevalencia aumenta con la edad, sobre todo a partir de los 40-50 años y se relaciona con el envejecimiento.

¿Qué es la artrosis?

Para entender lo que es la artrosis primero tenemos que hablar del cartílago. En este sentido, el cartílago es un tejido elástico, sin vasos sanguíneos, que cubre los extremos de los huesos en una articulación y es el responsable del funcionamiento óptimo de la articulación. Así el daño o la lesión de este cartílago origina dolor, rigidez e incapacidad funcional y es lo que constituye la enfermedad de la artrosis.

¿Qué le ocurre al cartilago?

El cartílago se vuelve quebradizo, pierde su elasticidad, adelgaza y en determinadas zonas desaparece, dejando de recubrir y de proteger al hueso que está debajo. Estas zonas desprotegidas del hueso quedan expuestas a fuerzas físicas para las que no están preparadas para resistir. Es como si dos huesos estuvieran rozando total o parcialmente entre sí en movimientos que, a veces, se realizan multitud de veces al día. La consecuencia es que el hueso articular sufre, se vuelve más compacto y se deforma.

¿Qué síntomas produce la artrosis?

El síntoma fundamental de la artrosis es el dolor. Este dolor suele aparecer al forzar la articulación enferma. También es habitual que después de un descanso (sentado o acostado), se note que le cuesta empezar a mover la articulación enferma, que esta se ha vuelto rígida, como si estuviera «mal engrasada».

¿Qué articulaciones pueden sufrir artrosis?

Cualquier articulación puede sufrir daño en el cartílago. Habitualmente se localiza en la columna cervical y lumbar. También en articulaciones de los dedos de las manos, la cadera, la rodilla y los pies.

¿Cómo saber si se padece artrosis?

La artrosis es muy prevalente. La sintomatología y la exploración médica suelen ser suficientes para establecer el diagnóstico y no suelen ser necesarios análisis de sangre y orina. Las radiografías simples y la extracción de líquido de las articulaciones dañadas pueden ser de ayuda.

¿Es cierto que la humedad, las nieblas y el frío empeoran la artrosis?

Sí. La niebla, la humedad y el frío hacen que tengamos más síntomas de artrosis y que nos encontremos peor. Lo que no está claro es si, además de encontrarnos peor, también progresa la enfermedad. Se sabe que el cartílago es un tejido muy sensible al frío y con poca capacidad de regeneración, por lo que evitar el frío nos podría ayudar a evitar la progresión de la enfermedad.

¿La artrosis cervical produce vértigo?

Existe la creencia de que la sensación de mareo generalmente en relación con los movimientos del cuello se produce por la artrosis en la columna cervical. Esto no es cierto en la inmensa mayoría de casos. La artrosis cervical suele provocar dolor y rigidez con los movimientos del cuello, pero no se caracteriza por producir síntomas neurológicos como mareo o vértigo.

¿Entonces, a qué se debe esa sensación de mareo?

En general, suele tratarse de lo que llamamos vértigo posicional benigno. Se cree que puede estar en relación con el oído interno. No obstante sería el otorrinolaringólogo y/o el neurólogo los médicos que mejor le pueden informar de las posibles causas de ese problema.

¿Disponemos de tratamiento para la artrosis?

Las medidas físicas mejoran la sintomatología artrósica. Incluiríamos aquí la práctica diaria de ejercicios físicos destinados a mejorar la movilidad articular y a potenciar la fuerza muscular, así como el uso del calor y frío, y de materiales ortopédicos que ayuden a disminuir la sobrecarga de la articulación.

¿Qué es mejor, el frío o el calor?

En líneas generales y por norma debemos usar el calor. El calor local puede aliviar temporalmente el dolor. El frío quedaría reservado para lesiones muy agudas, que no suelen ser habituales en la artrosis.

¿Usar un bastón?

La artrosis de rodilla o cadera podría beneficiarse del uso de materiales ortopédicos como un bastón o una muleta. El bastón o muleta debe llevarlo en la mano contraria al lado que duele. En estas articulaciones también resulta particularmente útil reducir la obesidad ya que permitiría descargar la articulación y por tanto aliviar el dolor y la inflamación. No obstante, el médico debe valorar cada paciente de forma individual con el fin de ofrecerle la mejor y más personalizada atención posible.

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