Un terreno con multitud de restos

La ARMH busca en el cementerio de Torés el cuerpo de un represaliado

El hombre tenía 21 años cuando fue abatido a tiros cuando huía por montes de As Nogais
Los investigadores, en el inicio de la excavación
photo_camera Los investigadores, en el inicio de la excavación

Un equipo formado por una decena de miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) busca desde este lunes en el cementerio de la iglesia de Torés (As Nogais) el cuerpo de José García 'Pelegrín', un joven becerrense, que contaba con 21 años, cuando fue abatido a tiros en el cercano monte de As Cruces en septiembre de 1936, en plena Guerra Civil.

Este caso siempre estuvo marcado por el misterio que hubo a su alrededor. Al contrario que otros represaliados de la zona -solo en el municipio de Becerreá hay 67 familias a las que le ejecutaron algún familiar durante los años posteriores al golpe de Estado- Pelegrín no tuvo cargos públicos ni una ideología política tan definida como para convertirlo en objetivo del bando nacional.

Los vecinos de Torés más mayores, que crecieron oyendo la historia de este represaliado, afirman que quizás su mayor mal fue "xuntarse con malas compañías" o que, simplemente, "lle caía mal a alguén".

Sobre las circunstancias de su muerte también surgen múltiples dudas. Algunos vecinos aseguran que fue abatido por la Guardia Civil cuando huía monte a través y otros dicen que quien le disparó "rodilla en tierra", fue el propio cura de Agüeira, como castigo a un incendio previo que habría sufrido esta iglesia parroquial y que podría haber sido provocado por el propio Pelegrín, junto a otros compañeros.

El suceso, en todo caso, conmocionó la comarca y, por eso, algunos vecinos se arriesgaron a bajar del monte el cuerpo sin vida del hombre para enterrarlo clandestinamente en el cementerio parroquial de Torés.

Los más mayores afirman, por lo tanto, reconocer el lugar exacto en el que se encuentra el cuerpo de Pelegrín y detallan, incluso, como un vecino de Becerreá le talló "unha caixa" de madera de chopo para darle una sepultura "digna". Pero a pesar de estas precisas indicaciones, el equipo de la ARMH no consiguió dar aún con el cuerpo del hombre, por lo que los trabajos continuarán.

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