El juzgado contencioso número 2 de Lugo acaba de rechazar el recurso que presentó la firma Bruxa Consulting contra la penalización de 23.575 euros que le puso el Concello de Lugo por renunciar a instalar dos casetas de pulpo y dos calderos en San Froilán durante los tres años (2017, 2018 y 2019) que le quedaban por contrato.
Bruxa, a cuyo frente estaba el meirego Javier Irimia, empleado de banca, obtuvo la mayor parte de los puestos en 2016, tras dejar fuera a algunos clásicos. Su falta de experiencia en el sector y de medios hizo que ese año tuviera muchas dificultades para ofrecer el servicio y, en 2017, no hizo efectivo en plazo el pago por adelantado de la tasa prevista para ese año, por lo que el Concello inició un proceso de readjudicación del suelo. La recaudación fue un 40% inferior a lo que tendría que haber abonado Bruxa, por lo que ya entonces el gobierno local anunció que iba a reclamarle daños y perjuicios.
Javier Irimia recurrió la multa alegando defectos de forma y de fondo, pero el juzgado no ha considerado válidos sus argumentos y confirma la penalización y le obliga a pagar 800 euros de costas.
