La policía judicial ha solicitado a los bomberos un informe sobre su actuación en el incendio en la planta de Tableros Hispanos en Nadela, a consecuencia del cual falleció un trabajador y otro permanece hospitalizado en A Coruña con quemaduras muy graves en el 60 por ciento de su cuerpo.
Como en cualquier accidente laboral, se abrió una investigación penal y no se descarta que los bomberos tengan que acudir a declarar al juzgado.
El servicio de bomberos estaba integrado el sábado por cinco trabajadores, sin ningún cabo al frente porque el de ese turno está de baja médica. Primero se desplazaron cuatro bomberos a la fábrica, con dos camiones, pero tuvieron que reclamar al que quedaba en centralita para que acudiera con el camión-escalera. En el puesto tuvo que quedar un Policía Local, que posteriormente fue relevado por el único bombero (un cabo) que el Concello consiguió que acudiera a reforzar.
Este acudió a apoyar al dispositivo movilizado y permaneció en el cuartel realizando labores de coordinación e intentando, sin éxito, localizar a otros bomberos.
Los bomberos defienden el trabajo realizado en la fábrica. Hay quien cree que se pudo cometer un grave error al abrir por la noche el silo que se había incendiado por la tarde y que se había cerrado, para evitar la entrada de oxígeno, una vez el fuego fue apagado. Los especialistas explican que habría que esperar varios días para reabrirlo y, aún así, hacerlo con equipos de extinción disponibles allí, para evitar una deflagración como la que se produjo.
