Juzgado por quedarse con un perro que le enviaron para preñar a su perra

Vale 1.200 euros y su dueño, un lucense, solo recibió de vuelta la jaula vacía y encima tuvo que pagar los portes

Un hombre se enfrenta a una pena de dos años de prisión por haberse apropiado de un perro de pura raza y preparado para monta, que le envió su propietario lucense para que cubriera a la perra del acusado. La vista oral se celebró este lunes en el juzgado de lo Penal 2 de Lugo, en ausencia del propio acusado, que no acudió al estar ilocalizable.

Según el escrito de acusación, la relación entre el lucense propietario del perro y el ahora acusado, R.M.C.P., se inició a través de las redes sociales, por el interés de ambos en los perros de caza de raza Epagneul Bretón, de los que el lucense era criador. De este modo, en un primer momento le vendió un cachorro, que le envió hasta la localidad catalana de Cervera, donde al parecer tiene su residencia habitual R.M.C.P.

Tras este primer intercambio comercial, la relación se mantuvo, de manera que, en enero de 2013, ambos acordaron, según la Fiscalía, que el propietario de Lugo le enviaría a Cervera uno de los ejemplares que tenía como semental para que cubriera a la perra del otro, a cambio del precio de la monta. El Epagneul Breton es un perro muy apreciado entre los aficionados a la caza y el semental estaba valorado en 1.200 euros.

El propietario envió al animal, perfectamente identificado con un microchip, a través de un servicio de mensajería, pero al final ni recibió el pago por la monta ni su perro fue enviado de regreso. Lo que sí regresó, a través del mismo servicio de paquetería, fue la jaula vacía; fue enviada, además, a portes debidos, por lo que encima tuvo que pagar los 29,88 euros de la factura.

ERA UN REGALO. Estos hechos son calificados por el ministerio fiscal como una estafa, por la que el lunes pidió una condena de dos años de prisión, además de la devolución del perro o, si no es posible, del pago de los 1.200 euros, además de las correspondientes indemnizaciones por la monta y los gastos de envío.

El acusado, sin embargo, no se presentó a la vista oral, lo que no impidió que esta se celebrara igual. En su declaración durante el periodo de instrucción del caso, R.M.C.P. reconoció que sí había recibido el perro y se lo había quedado, pero aseguró que su propietario se lo había mandado como regalo. Según alegó, el lucense le dijo que ya estaba mal de salud y que no iba a salir más a cazar, y que por eso era mejor que lo tuviera él. En ningún momento ofreció la opción de devolverlo o de abonar el precio del animal.

Comentarios