El tribunal popular encargado de emitir el veredicto en relación con la muerte violenta de un hombre (a manos de su vecino, que le atacó con una desbrozadora) en una zona rural del término municipal de A Cañiza logró este martes, tras muchas horas deliberando, alcanzar un acuerdo para declarar la culpabilidad del investigado. Los miembros del jurado dictaminaron que el procesado, José Luis Viéitez, acabó con la vida de la víctima, con la que se llevaba mal, afectado por un trastorno adaptativo que podría haber afectado a su capacidad de valorar la situación a la que se enfrentaba.
El procesado ya explicó en el juicio que cometió el crimen pensando que iba a ser agredido por la víctima, circunstancia que fue avalada por los médicos forenses en una de las sesiones del juicio. Precisamente este aspecto acreditado por el jurado es el que impidió al fiscal solicitar una pena mayor. "En el momento de los hechos había una merma importante de su capacidad para controlar sus impulsos", señalaron los facultativos. Y el tribunal popular tuvo en cuenta tales aseveraciones.
En concreto, el jurado declaró probado el "asesinato con alteración mental". El fiscal solicitó por ello la misma pena que pedía antes del inicio de las sesiones: doce años de prisión. Junto a ello, el tribunal también entendió acreditado que las lesiones causadas a la hija del fallecido tuvieron como consecuencia deformidad. Por ello, el representante del Ministerio Público solicitó que sea condenado a otros seis años de prisión, alcanzando así el total de 18 que ya solicitaba antes del juicio. En cuanto a la deliberación, el resultado de la misma fue la unanimidad en la mayor parte de los puntos, con pequeñas diferencias de criterio. La Audiencia tendrá que dictar una sentencia acorde con este veredicto.
