La Audiencia Provincial de Lugo acogerá el próximo jueves el juicio contra el acusado de agredir sexualmente a una menor de edad hace cuatro años en un hotel próximo a la capital lucense. Además, meses después el procesado presuntamente retuvo a la víctima en su turismo durante unos 15 minutos, encañonándole con una pistola, para reprocharle que hubiese contado a otras personas que había sufrido una violación.
La Fiscalía solicita para el acusado una condena de 13 años de prisión por un delito contra la libertad sexual y tres más por otro de detención ilegal. Además, pide que durante 10 años no pueda acercarse a la víctima ni a su domicilio, a menos de 200 metros, ni comunicarse con ella por cualquier medio. También reclama que el hombre indemnice a la víctima con 6.000 euros por los daños morales causados.
Según el escrito del ministerio público, el procesado conoció a la menor durante el verano de 2014. En otoño de ese año mantuvieron varias veces relaciones sexuales, consentidas por la chica, en un hotel situado en las cercanías de Lugo. Si bien, según precisa el fiscal, el acusado "le prometió una cantidad de dinero que luego no le daba o le daba una cantidad inferior". También detalla que en esos encuentros íntimos ambos "consumían cocaína y cannabis".
La acusación pública pide que el hombre no pueda acercarse a la víctima, que tenía 14 años, en diez años ni se comunique con ella
A finales de 2015 la pareja volvió al hotel. Entonces, cuando estaban los dos en la cama, el acusado penetró analmente a la víctima sin su consentimiento. "El procesado no hizo caso de las peticiones de la menor y la sujetó con fuerza hasta agotar el acto sexual", precisa el ministerio fiscal en el escrito de acusación.
La menor no acudió al médico tras la agresión sexual, ni le contó lo sucedido a su madre, que se enteró a través de otra persona.
En marzo de 2016, cuando circulaba en su turismo, el acusado vio a la joven que iba caminando por una calle próxima a Camiño Real, en Lugo. Presuntamente empuñando una pistola, que no fue hallada, le dijo a la menor: "Súbete al puto coche".
La chica, que se sintió intimidada, se subió al vehículo y le acompañó. La víctima, que fue obligada a permanecer en el turismo en contra de su voluntad durante unos 15 minutos, consiguió escaparse cuando el acusado se bajó del coche para entrar en un establecimiento.
