Le tiraron un trozo de muro que estaba levantando en Lieiro y días más tarde acudieron a la casa del mismo vecino donde este colocaba unas ventanas en el garaje, rompiéndolas y amenazándole de muerte. Así acusa el fiscal a dos hombres sin antecedentes penales por hechos ocurridos el 30 de noviembre y el 14 de diciembre del año 2014. Primero se presentó uno de ellos en el domicilio del denunciante, que en ese momento construía el referido muro, y tiró una porción de un metro cuadrado "sin mediar palabra", causando daños tasados en 213, 87 euros.
Ocurrió sobre las diez de la mañana y, días después, regresó acompañado de otro hombre al mismo domicilio "provistos de sendas barras de hierro y con ellas rompieron dos ventanas que estaba colocando en su garaje, mientras esgrimían barras de hierro y proferían insultos y amenazas" hacia el propietario de la vivienda. "Fillo de puta, cabrón, te vamos a matar, te vamos a dejar tieso", recoge el escrito de la Fiscalía entre las amenazas y expresiones similares que recibió el denunciante, "viéndose obligado a abandonar el lugar por temor a ser agredido por ambos acusados de forma inminente".
Los daños en las ventanas también fueron tasados pericialmente en 123,80 euros y el ministerio fiscal califica lo sucedido como un delito de amenazas, por el que solicita se les impongan a los acusados 18 meses de prisión e igual tiempo de inhabilitación para el sufragio, además de la prohibición de aproximarse a menos de diez metros del vecino de Lieiro y de comunicarse con él por cualquier medio durante tres años.
Por la falta continuada de daños, el fiscal reclama 200 euros de multa para cada uno y que abonen las roturas que produjeron en el muro y las ventanas.
QUEBRANTAMIENTO. El Penal 1 de Lugo acoge este viernes el juicio a un hombre, E.S.P.B., acusado de un delito de quebrantamiento de medida cautelar por no comparecer en el juzgado de Viveiro con la periodicidad que le indicaba un auto judicial. El fiscal pide para él una multa de unos 2.160 euros.
Según el escrito de acusación, el juzgado de instrucción 2 de Viveiro dictó el 3 de febrero de 2016 un auto que acordaba la libertad provisional del hombre con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes pero lo hizo solo en siete ocasiones, pese a que "la tramitación de la causa continuó hasta el 6 de marzo de 2017, en que se dictó auto acordando el sobreseimiento provisional".
