Juana Díaz Ferrer

Juana es Mariana, la primera masona

El viernes fue el Día de la Masonería en conmemoración de la unidad italiana el año en que nace la mujer

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El Progreso 22/09/2019

EL 20 DE septiembre se adscribe a tres títulos que son el mismo, el Día de la Unidad Italiana, el Día de la Libertad de Pensamiento y el Día de la Masonería. La culpa la tienen Víctor Manuel II, Cavour y Garibaldi porque en 1870 terminan la tarea de la unidad de Italia y los dos últimos son masones. Para que se enteren otros menos proclives a la unidad española.

Es una buena fecha para recordar a la pionera Juana Díaz Ferrer (Monforte de Lemos, 1870), que se tiene como la primera gallega en pertenecer a una logia y que nace el mismo año que la nación italiana y por lo tanto, el del Día de la Masonería. Solo falta que viese la luz también el 20 de septiembre.

Es hija de Antonio Díaz Prado, de nombre simbólico Andorra, y de Luisa María del Pilar Ferrer Pizarro. Su padre fue teniente del cuadro eventual de la Reserva de  Sarria, entre otros destinos en Monforte de Lemos. También sabemos que reside en un lugar no identificado del ayuntamiento de Bóveda que figura como Eruñeiro y que probablemente sea una errata.

Era masón y miembro de las logias Pílades 242 y Valle Hermoso 77, heredera la segunda de la primera, y en las que figura como obrero, Gran Maestre y Venerable Maestro.    Antonio Díaz muere en torno a 1905, fecha en la que su mujer pasa a cobrar una pensión de 470 pesetas anuales y se hace vecina de Lugo. 

Su hija Juana es iniciada en la masonería cuando cumple los 21 años, coincidiendo con el momento en el que la Pílades abate columnas y se crea la Valle Hermoso 77, donde aparece como obrera al lado de su padre y así se publica para admiración de los masones de todo el mundo en el boletín del Soberano Gran Consejo General Ibérico de 1892, aunque la logia hay que fecharla un año antes.

Forman parte de la Valle Hermoso 77, entre otros, los masones monfortinos Jerónimo Álvarez de Freige (Venerable Maestro), Miguel Chapel (Primer Vigilante), Isidro Ordás (Segundo Vigilante), Ricardo Castro Fernández (Orador), Rafael Pérez Fernández (Secretario), Antonio Buján Rodríguez (Tesorero), Emilio Nuevo Guerrero (Experto), Francisco López Pastor (Maestro de Ceremonias), Joaquín Piñeiro Fernández (Guardián del Templo) y los obreros  Manuel Liso Martínez, Antonio y Juana.

El padre de Juana y varios de los citados _ Buján, Chapel, López Pastor, Ordás... _, figuran también en un comité democrático-progresista  que se constituye en Monforte a mayor gloria del ministro de Fomento con Amadeo I, Manuel Ruiz Zorrilla, que a su vez es gran maestre del Gran Oriente de España y que aquí figura como presidente honorario de los monfortinos, con José María Ezquerro y Martín Cuadra Berlanga, distinguidos zorrillistas.

La cabeza visible de los progresistas en la ciudad del Cabe es Antonio Rodríguez Somoza, aunque todo se mangonea por los masones vía Zorrilla. López Pastor y Antonio Díaz, son designados sus representantes provinciales.

Juana Díaz Ferrer está activa en la logia con el nombre simbólico de  Mariana, lo que nos conduce a dos posibles explicaciones. La Marianne masónica de la Revolución Francesa, o Mariana Pineda, la liberal bordadora de la bandera que se tuvo por masónica para librarla del patíbulo donde muere a los 26 años de edad.

Mariana alcanza el grado nueve y los cargos de Limosnera y Segundo Vigilante en la Gran Logia Provincial 19. 

Alberto Valín, Carlos Pereira, Marisa González Seoane, Beatriz Parga Massa, Ángel Arnáiz e historiadores internacionales se han ocupado de rastrear con dificultades la vida de Juana.
 

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