Un joven encuentra tras dos años perdido al perro de sus abuelos

Una foto en las redes de la Protectora le hizo sospechar que era Leo y el animal lo reconoció en cuanto fue al albergue
Brais, muestra una foto de Leo, que está de vuelta en la casa de su abuela en A Fonsagrada. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Brais, muestra una foto de Leo, que está de vuelta en la casa de su abuela en A Fonsagrada. VICTORIA RODRÍGUEZ

Los humanos no olvidan. Y las mascotas tampoco. Lo acaban de demostrar Brais Álvarez y Leo, el perro de sus abuelos, que desapareció hace dos años en Paradiñas, en A Fonsagrada y que hoy vuelve a estar en casa gracias a una afortunada casualidad.

La familia se llevó un disgusto por la pérdida del animal y hace mucho que habían perdido las esperanzas de encontrarlo. Pero las casualidades felices existen. Y es que, hace unas semanas, Brais se encontró en las redes sociales la foto de un perro acogido en la Protectora de Animales de Lugo y de inmediato tuvo el pálpito de que aquel can era Leo.

El joven se plantó inmediatamente en las instalaciones de la Protectora y allí las dudas se disiparon inmediatamente. El perro lo reconoció en cuanto lo vio y el joven lucense supo que había encontrado a la mascota de su abuelo. Lo único triste de la historia es que el abuelo ya falleció y no tuvo oportunidad de volver a estar con Leo y ver el afecto que el animal guardaba por la familia.

Brais se llevó al perro a casa ya el mismo día que fue a la Protectora a comprobar su intuición. La forma en la que le recibió el animal y la comprobación de una marca en la oreja dejaron claro que aquel era el perro de su familia. Él sabía que tenía que rescatar al animal y en la Protectora también vieron que aquella era la historia de un afortunado reencuentro.

El joven lucense reconoció sin ningún género de duda al animal, y eso que el paso por la Protectora no le había dejado en las mejores condiciones. Cuenta que le explicaron que el perro había llegado al albergue hace aproximadamente un año. Se lo habían encontrado en buenas condiciones, como si alguien hubiera estado cuidándolo, pero los meses de acogida hicieron mella en el animal, que sufrió como todos los que viven en la Protectora, por mucho que haya un equipo de profesionales y muchos voluntarios que se esfuercen por tenerlos en las mejores condiciones posibles.

Leo vuelve a estar ahora en A Fonsagrada, con Avelina, la abuela de Brais. El joven cuenta que la mujer está encantada de tener al animal de vuelta en casa.

Y Leo está también feliz de su vuelta al hogar, donde da compañía a Avelina y comparte vida con el resto de perros de la familia. Ahora, cuenta el joven, solo volverá a Lugo con él para alguna visita al veterinario.

Comentarios