El campus de Lugo investiga los virus y parásitos en las patatas

Un grupo de cinco profesores del campus de Lugo, dirigido por Cristina Cabaleiro, analiza distintas técnicas para controlar la transmisión de enfermedades en las plantaciones de patatas de Galicia.

El mejor método para contrarrestar los efectos de las virosis es utilizar patata certificada, aunque debido al precio que tiene, algunos agricultores preparan su propia patata de siembra o reutilizan la que tienen, con lo que ello supone un incremento del riesgo de padecer problemas de virosis si no se hacen los análisis pertinentes.

La transmisión de los virus se realiza a través de pulgones, con lo que el control de estos insectos significa un freno también para la virosis, ya que no existe tratamiento una vez contagiada la planta.

El equipo de investigación lucense utilizó para sus estudios epidemiológicos de control de transmisión de los virus un sistema de diagnosis serológica, utilizando como soporte membranas de nitrocelulosa, que permite resultados rápidos, analizando un elevado número de tubérculos sin suponer un coste elevado.

Son varios los métodos investigados en el campo experimental para proteger la patata de siembra y están teniendo unos resultados muy positivos. Uno de esos mecanismos es la utilización de maíz alrededor del campo de patata, que funcionan a modo de barrera para los pulgones, ya que estos pican en el maíz y pierden, de esta forma, su capacidad infestiva.

Asimismo, se desarrollaron distintas pruebas utilizando aceites de pescado, soja, colza y minerales para tratar a la planta y que también garantizan mejores resultados en la obtención de patatas de siembra libres de virus.

Pero las virosis no son los únicos peligros de la patata. El nematodo Globodera spp es uno de los parásitos más agresivos para este producto del campo.

La infestación del suelo por los quistes del nematodo da lugar a ataques que limitan el crecimiento de la planta, matando la raíz. Pero el peligro principal está en el hecho de que puede permanecer años atacando las nuevas plantaciones, por lo que el tratamiento del suelo, una vez realizada la diagnosis positiva, es una prioridad.

El equipo estudia varias alternativas a los nematicidas como métodos de control de estos y otros patógenos. Uno de ellos es la solarización, consistente en tapar el terreno húmedo con un plástico transparente durante el tiempo de más irradiación, provocando en calentamiento del suelo en tiempos largos.

Otro método es el de la biofumigación, que consite en enterrar materia orgánica de distintos tipos, de forma que durante su descomposición emitan gases fumigantes que puedan limitar la viabilidad de inoculación de patógenos.

Durante los años 2003 y 2004, los investigadores hicieron también ensayos de utilización de plantas trampa contra la Globodera, que ahora se están repitiendo con especies mejoradas. El cultivo de la planta trampa tiene como objetivo bajar la viabilidad de los quistes del nematodo dorado, al hacer que eclosionen los huevos sin presencia de la patata y, por tanto, sin que puedan acabar un ciclo de infección.

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