Siempre se dice que el camino se hace andando y por eso Chantada se ha acostumbrado cada año por estas fechas a ponerse una camiseta rosa, pantalones y zapatillas deportivas para participar en la Andaina Solidaria. La organiza la asociación Chantada Contra o Cancro y con la de este domingo ya van tres ediciones.
Casi 600 personas -un total de 592- tomaron la salida desde las instalaciones de la bodega Condado de Sequeiras. Fernando Ibarra, el diseñador de las rutas, apostó por dos recorridos, uno corto de dificultad baja y cinco kilómetros y otro largo, de nivel medio-alto y once kilómetros de distancia. En su opinión, la valoración fue positiva. "Aínda que había algúns tramos duros, as subidas estaban moi repartidas, ao contrario que outros anos, e a parte final da andaina era en baixada, polo que a xente acabou contenta", indicó Ibarra.
La iniciativa tiene varios objetivos. Uno de los principales es promover hábitos de vida saludables, concienciar de la importancia de sumarse a la lucha contra el cáncer -enfermedad de la que nadie está exento- y mostrar a las personas que lo padecen que no están solas y mucha gente comparte su dolor. Otra de las metas es que la ruta pueda hacerla cualquiera: pacientes y sus familiares, niños y mayores.
Fernando Ibarra destacó la importante presencia de caminantes llegados de otras partes de la comarca. "Outros anos, sobre todo o primeiro, participou na andaina case exclusivamente xente de Chantada e nesta ocasión animáronse moitos veciños dos arredores", afirmó.
La idea es que esta actividad siga consolidándose y llevándose a cabo en el futuro. Incluso existe la intención de sumar un tercer recorrido y hacer una fuerte promoción fuera de la Ribeira Sacra, llegar al resto de Galicia.
Para Ibarra, la ruta de Chantada Contra o Cancro salió mucho mejor de lo previsto. "Ata nos acompañou o tempo, que estaba perfecto para camiñar. O ano pasado fixo unha calor tremenda. Desta vez, a temperatura era a ideal e tampouco choveu", comentó.
Los participantes portaron las camisetas rosas que caracterizan el evento. Con ellas, se movieron por las parroquias de Santiago de Arriba, Líncora y Camporramiro.