Una inundación obliga a cerrar de nuevo el Mupav tras su reapertura el jueves 9

Es la segunda incidencia este año en el museo vilalbés, que sufrió un incendio en febrero

El Museo de Prehistoria e Arqueoloxía de Vilalba (Mupav) está viviendo en este 2020 su particular "annus horribilis" al tener que cerrar sus puertas al público por tercera vez en lo que va de año. A un incendio en febrero y la pandemia del coronavirus en marzo se le une en esta ocasión una inundación tras la rotura de una cañería, que ha provocado cuantiosos daños en la mitad del inmueble, principalmente en el suelo.

Esta incidencia se registra apenas unos días después de la reapertura de las instalaciones, que se produjo el pasado jueves 9 dejando atrás casi cuatro meses de cierre por el estado de alarma y, posteriormente, cuestiones operativas de personal.

El director del Mupav, Eduardo Ramil, explicó que el sábado el museo abrió con normalidad y que el lunes -día desde el que permanece cerrado- por la mañana se encontró con la inundación. "Los suelos de más de la mitad del edificio están afectados. Además, hay puertas, zócalos de paredes y bajos de muebles hinchados y cargados de humedad", enumeró sobre los desperfectos más visibles.

Evaluación de daños

La parte más afectada es la de recepción, donde el linóleo que cubre el suelo está prácticamente todo levantado. También hay daños importantes en el salón de actos y en la sala de exposiciones temporales, además de en la parte de los despachos.

En cambio, no llegó a entrar el agua en la estancia donde se encuentra la exposición temporal, ni en el módulo donde están guardadas el resto de piezas ni en la biblioteca.

Eduardo Ramil: "No podemos evaluar los daños, los vemos a simple vista, pero nada más"

"En el museo no tenemos capacidad técnica ni económica para afrontar esto. No podemos evaluar los daños, los vemos a simple vista, pero nada más. Habrá que ver la forma de paliar estos deterioros, arreglar lo dañado y mantener lo existente. El edificio es municipal así que de momento lo único que podemos hacer es cerrar la instalación hasta que nos digan qué hacer", manifestó Ramil.

Añadió al respecto que, más allá de lo meramente estético, en el caso de los suelos afectados por el agua "van a seguir levantándose y con protuberancias y globos... la gente no puede andar por encima de eso". De hecho, ayer aún se estuvo eliminando gran cantidad de agua del edificio.

Instalaciones de los 70 e insuficiente mantenimiento
El edificio que alberga el Mupav fue antes el centro médico local. La avería sufrida esta semana se produjo en una tubería en un despacho, ubicado donde estaban las antiguas consultas que tenían una zona de agua que se anularon en su momento. "Se rompió entre la conducción general y el lugar que se anuló", explicó Eduardo Ramil, que recordó que las instalaciones son de la década de los 70. Su antigüedad también tuvo que ver en el incendio de febrero, tras quemarse un radiador eléctrico en un despacho.

Valoración del Concello. Ramil recordó que el mantenimiento del edificio "depende del Ayuntamiento, que nunca lo atendió adecuadamente, pero ahora se remite a cosas puntuales", lo cual "acaba minando" el inmueble. La alcaldesa, Elba Veleiro, afirmó que los servicios técnicos municipales valorarán los daños y las opciones que hay para solventarlos.

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