Inquietud en la familia de una alumna de Burela que estudia en EE UU por el coronavirus

La joven está becada por la fundación Amancio Ortega
Noah, en Nueva York. AMA
photo_camera Noah, en Nueva York. AMA

La familia de una estudiante de Burela vive con preocupación la situación en Estados Unidos, donde se encuentra su hija, quien disfruta de una beca de la fundación Amancio Ortega, entidad de la que los progenitores reciben comunicaciones diarias sobre cada paso que dan y las posibles consecuencias para los alumnos, según indica Rosana Ftrochinski, madre de Noah.

"Hablamos todos los días con ella para animarla y está bien atendida, como el resto de los estudiantes, aunque les han dicho que no pueden viajar con la familia, que deben permanecer en casa, porque el seguro cubre el coronavirus y cualquier otra enfermedad, pero no la cuarentena", según les explicaron solicitándoles que no salgan del entorno de las familias de acogida.

La madre indica que su hija cumple "a rajatabla" las indicaciones de higiene y seguridad que dan las autoridades sanitarias al respecto, aunque le comenta que sus amigos quedan todos los días para verse. Sin embargo, ella no lo hace, pues reside con la familia en una urbanización más apartada de Huntersville, en Carolina del Norte.

Rosana reconoce: "Estamos agobiados, me preocupa que no esté en casa más que el miedo a que pierda el curso, que es lo que intentan evitar desde la fundación, por eso están manteniéndolos allí para que puedan convalidar los estudios", señala. La madre piensa que sería una pena porque el periodo de adaptación es complicado, aunque ahora la joven "ya tenía todo controlado y está encantada allí, está sacando notas buenísimas en el instituto, aunque al principio pasó por momentos duros, porque es muy sociable y quería vivir la experiencia completa".

La fundación no les puede decir nada con exactitud, porque todo depende de la forma en que se desencadenen los acontecimientos

CUESTA ARRIBA. Los padres reconocen que tratan de "llevarlo de la mejor manera, pero es hija única y se me hace cuesta arriba", comenta Rosana, quien asegura que "por momentos no sabemos qué hacer, esperemos que todo se arregle, aunque la sanidad de allí me da un poco de respeto y si estuviese aquí por lo menos la tendría controlada en casa", explica.

Los estudiantes beneficiarios de estas becas están ahora en una situación de incertidumbre, motivada por la evolución de esta crisis sanitaria, porque en algún centro ya les han dicho que no volverán a tener clase hasta finales de curso. El instituto donde estudia Noah cerró la semana pasada y no tienen clases online ni nada, aunque sí les pusieron unas tareas, pero la realización de esos deberes tampoco es obligatoria, y los profesores no están obligados a impartir clase en esas circunstancias.

La fundación no les puede decir nada con exactitud, porque todo depende de la forma en que se desencadenen los acontecimientos, según les cuentan a los padres.

En la familia con la que vive Noah en Estados Unidos, el padre perdió el trabajo al cerrar la empresa de catéring en que trabajaba y la madre hace teletrabajo, pero en la calle hay carencias, como geles y papel higiénico, además les han dicho que van a cerrar supermercados, según le explicó la familia a la joven.

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