Opinión

Incongruencias o incoherencias

NO ES LÓGICO, ni coherente, ni congruente:

— Pretender venir al Congreso de los Diputados a defender un Plan inconstitucional de independencia unilateral y plantear que no haya ni siquiera debate. Hasta ahora se habían inventado las ruedas de prensa sin posibilidad de hacer preguntas o la comparecencia ante los medios por pantalla interpuesta y hasta las primera comuniones civiles, pero nadie había llegado a tanto.

— Presentar una moción de censura sin apoyos y sin otro objetivo que debilitar al gobierno, poner al PSOE en el disparadero y fortalecer la imagen propia. Eso es filibusterismo político.

— Recibir a los Reyes de España en Navarra y hacer que el Parlamento foral pida, el día antes, un referéndum sobre la monarquía. Seguro que fue una casualidad.

— Defender que se quiere mejorar la calidad de la educación y, al mismo tiempo, regular que se puede obtener el título de eso con menos de un 5 y con dos suspensos, incluso aunque uno de ellos sea lengua española o matemáticas. Por algo somos líderes en fracaso escolar.

— Criticar la reforma laboral aunque las cifras de ocupación, incluso en Andalucía, vuelvan a las cifras de 2008, cuando los que gobernaban entonces negaban la existencia de la crisis. ¿Qué habría pasado si hubiéramos seguido con las mismas políticas?

— Tratar de solucionar el problema de las cláusulas suelo de espaldas a la sentencia de los tribunales europeos, con juzgados a más de cien kilómetros de muchos de los afectados y, previsiblemente, con tiempos de espera que pueden ser de varios años.

— Crear una comisión en el Congreso para investigar la corrupción y tratar de desmontarla en el Senado o ante los tribunales.

— Aprobar una comisión de investigación para tratar de condenar al PP por la corrupción e ignorar la de los demás. Como si alguna vez, además, alguna comisión de investigación parlamentaria hubiera servido para algo.

— Tener que pedir públicamente permiso para hacer un examen de selectividad en idioma español, como si eso fuera un privilegio y no un derecho. En Baleares, no en Sebastopol. Y que ni el gobierno, ni la alta (bueno, alta no es precisamente) Inspección educativa del estado ni diga ni haga nada.

— Querer estar a la cabeza de Europa en crecimiento y tener un profesorado de baja calidad, unas universidades endogámicas y de espaldas a la sociedad.

— Ser la primera gobernante de una de las democracias más importantes y antiguas del mundo y sugerir que si hay que acabar con los derechos humanos y las libertades para defenderse del terrorismo, lo hará. Y que haya ganado las elecciones a pesar de eso.

Añadan ustedes las que quieran. La lista es interminable.

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