Una imagen del narco Pablo Escobar, garantía de la calidad del hachís incautado en Lugo

La mayor parte de los casi 30 kilos que transportaba un detenido tenía marcas que los identificaban como de gran categoría ▶ Las redes marroquíes suelen usar también para destacar la calidad logotipos ligados a lujo, como Armani, Guess o Dolce Gabbana
Un policía muestra paquetes con la foto de Pablo Escobar en Narcos. XESÚS PONTE
photo_camera Un policía muestra paquetes con la foto de Pablo Escobar en 'Narcos'. XESÚS PONTE

Los casi 30 kilos de hachís incautados el lunes por la Policía Nacional de Lugo a un hombre que los transportaba en el maletero de su coche eran en su mayor parte de altísima calidad, como certificaba la imagen de Pablo Escobar (representado por el actor que le daba vida en la serie Narcos) con la que iban marcadas buena parte de las placas del alijo. Este tipo de marcas son usadas por las redes de tráfico de hachís no para identificar a la organización, sino para señalar la categoría del producto, que en este caso era resina de gran calidad, mucho más valiosa en el mercado que el hachís normal.

En la imagen sobre las placas de resina, el actor que interpreta al que fue considerado en su momento el mayor narcotraficante del mundo mientras dirigía el cártel de Medellín sonríe sentado a la cámara con un montón de fardos embalados detrás, seguramente de cocaína; en la esquina inferior derecha de la foto está escrito "Le professeur", que en francés significa profesor.

Según explicaron a este diario fuentes de la lucha antidrogas, este tipo de marcas son las utilizadas por los productores norteafricanos para garantizar que el producto es de categoría y responde a lo pagado por los receptores. "En el mundo del hachís", detalla un agente con amplia experiencia que ha desarrollado operaciones antidroga por toda España, "no se acostumbra a troquelar directamente las placas, solo si son resina de calidad, porque el hachís es mucho más duro".

Valor. Unos 300 euros más por kilo
La diferencia de precio en el mercado entre el hachís habitual y la resina de calidad es, evidentemente notable. Las redes de distribución en España pueden pagar por el kilo de hachís entre 1.700 y 1.800 euros, mientras que el kilo del producto de alta calidad no baja de 2.100 euros.

Menudeo
El precio en la calle para el pequeño consumidor es otra historia. Lo más vendido suele ser la bellota, que son de 8 o de 10 gramos y valen unos 50 euros.

Pero los precios son muy cambiantes. Una placa de 50 gramos de resina puede rondar entre 180 y 200 euros.


Esta droga llega en su inmensa mayoría desde Marruecos y descargada por planeadoras en el sur de España, transportadas en fardos de unos 30 kilos. Pero esas planeadoras funcionan como "narcotaxis", es decir, transportan cargamentos de varias redes hasta completar cargas de unos 3.000 kilos. Para que los porteadores que acuden a recogerlas a las playas una vez descargados puedan identificar a la red destinataria de cada fardo, estos van marcados por fuera con pinturas de diversos colores.

Para su distribución en España y en Europa, el hachís llega o en bellotas de 8 a 10 gramos o en placas de 50 y 100 gramos, siendo menos habituales las de 200 o 250 gramos. Es en el envoltorio de cada una de esas placas en el que se incluye la marca de calidad, que determina su valor.

"Los proveedores marroquíes son amantes del lujo", asegura este experto, "por lo que suelen utilizar los logotipos y las denominaciones de marcas conocidas. Nosotros nos hemos encontrado con envíos los logos de Armani, Guess, Carolina Herrera, Dolce Gabbana... las principales marcas de ropa y perfumes, y el producto responde a esa calidad".

MercadosCritical, la resina más comercial y envasada en globos infantiles

La resina de hachís más demanda y comercial es la conocida como critical, una categoría que se aplica al producto de procedencia afgano. Sin embargo, los expertos antidrogas consideran que la de origen realmente afgano es muy escasa, y que la mayor parte de la comercializada como critical también es producida por los clanes marroquíes.

También es muy habitual que las placas pequeñas de resina se recubran con globos de color con motivos infantiles para su comercialización.

Alta profesionalización. Si el cargamento no responde a las expectativas se devuelve

Es en los países europeos y no en España donde el hachís llega a los precios más altos. Y los distribuidores se toman su trabajo muy en serio. No es raro, comentan los agentes antidroga, que si el cargamento demandado y pagado no alcanza la calidad prometida —tipo Armani, Guess, BMW,..— el comprador la devuelva a la plataforma de distribución de origen en España, con lo que la droga hace el camino de vuelta desde Europa, cruzando de nuevo la frontera.

Otros mercados. Los cárteles de la coca suelen troquelar kilo por kilo y algunos usan logos de Batman o Superman

Pese a que son dos mundos que se rozan y que muchas veces se presentan como indisolubles, la realidad es que los mercados de la cocaína y del hachís se tocan muy tangencialmente. Empezando porque en España el de la cocaína está ya casi en su totalidad en manos de las bandas latinas, desde el origen hasta su distribución a pequeña escala, y el del hachís es coto casi privado de los clanes marroquíes.

También hay notorias diferencias a la hora de marcar de sus envíos. Si en el hachís el troquelado directamente sobre las planchas es más raro y solo para las de resina de máxima calidad, en el caso de los grandes alijos de cocaína provenientes de Latinoamérica es normal que cada kilo (vienen envasados individualmente) tenga marcado con un troquel el símbolo que identifica al cártel que lo envía. Es decir, en este caso la marca señalaría el origen y no la calidad, que suele venir comprobada y pactada previamente. En estos casos, los narcos no solo utilizan logotipos propios, sino que no es raro para los agentes antidroga encontrarse con los símbolos de Batman o de Superman, o incluso cartas de póker como el as de tréboles.

El troquelado en origen es más sencillo, puesto que la pureza de la coca antes de su llegada a Europa es notable y la pasta es relativamente blanda (y de color casi amarillo, no blanco), por lo que estampar la marca con un molde de hierro es simple.

Los kilos que se marcan son, en cualquier caso, los destinados a grandes envíos por mar, no los que se introducen en cantidades menores con mulas a través de aeropuertos. Además, una vez troquelados, cada kilo de coca destinado al viaje por mar es envuelto de manera especialmente cuidadosa en material impermeable para evitar que su humedezca cuando los lanzan al agua para que sea alijados por los encargados de las planeadoras que los llevan a tierra.

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