La ilusión de siempre, vista como nunca

El Pazo de Tovar, en Lourenzá, alberga una muestra de juguetes tradicionales, cerca de 150 obras de arte, realizadas por dos vecinos de la localidad, José Manuel García y Xosé López

José Ventoso, propietario del Pazo de Tovar, muestra la exposición que acoge. AMA
photo_camera José Ventoso, propietario del Pazo de Tovar, muestra la exposición que acoge. AMA

El Pazo de Tovar, en Lourenzá, alberga una exposición de juguetes tradicionales, recuperados por dos vecinos de la localidad, José Manuel García y Xosé López, empeñados en conservar un patrimonio que lo es de todos los laurentinos, pero también de las muchas personas que pasaron su infancia jugando con su imaginación, con la que construían de todo, aprovechando los recursos que les ofrecía la naturaleza, su patio de juegos.

Por ello, los cerca de 150 juguetes están repartidos en dos salas contiguas, diferenciando el material con que están hechos y la época del año en que podían elaborarse, pues "se están feitos de cousas verdes son perecedoiros", recuerda José Manuel López, el encargado de reproducir los juguetes, que cuentan todos ellos con unas cuidadas fichas explicativas en las que se reproduce, uno a uno, los pasos de fabricación de las piezas, que se ha encargado de redactar con mimo Xosé López.


Un tándem perfecto, que les ha llevado a ser autores de varios libros: Os xoguetes esquecidos, Xoguetes naturais y Argalladas dos pícaros, pero sobre todo son los responsables de recuperar la ilusión en muchas personas, tanto en los mayores, "que recordan como eran e non teñen reparo en xogar con eles", pero también en los niños, que descubren un interesante mundo casi desconocido, pero en el que rápido se sumergen. A ello, suman la posibilidad de que los más pequeños aprendan de qué material está hecho, sus nombres y dónde pueden encontrarse en la naturaleza estas plantas en las que igual nunca repararon, a pesar de estar a unos metros de su casa, con lo que se logra recuperar un vocabulario casi olvidado.

Casi 150 juguetes están repartidos en dos salas contiguas, diferenciando el material con que están hechos y la época del año en que podían elaborarse


COLABORACIÓN. La exposición lleva todo el verano abierta y el propietario del Pazo de Tovar, José Ventoso, asegura que está teniendo mucho éxito. "A verdade é que gusta moito", asevera y se muestra encantado de poder mostrarla, una cesión en la que ha colaborado el Concello de Lourenzá, que además ha cedido las peanas en las que están colocadas cada una de las piezas, que se hicieron en un taller de empleo que se impartió en la localidad. El concejal de cultura, Manuel Arango, recordó que la muestra es una de las mejores maneras de mostrar la historia reciente del municipio.

Los propietarios de los juguetes también están encantados de que su colección quede en casa. "Locais poderiamos ter, pero o importante é que os xoguetes estén coidados", asevera su creador, que no solo ha tenido que enfrentarse a la difícil tarea de crearlos, sino de hacerlos con materiales de la época, algunos de los cuales cuesta mucho encontrar hoy en día. "De feito, os carretes de fío, que entón eran de madeira, funos atopar nun convento", conta Manuel a modo de anécdota.

La exposición lleva todo el verano abierta y el propietario del Pazo de Tovar asegura que está teniendo mucho éxito. "A verdade é que gusta moito"

Un trabajo artesanal para el que incluso cuenta con algunos juguetes auténticos que pueden verse en la muestra, como una carrilana, una bici de madera, un cochecito o varias peonzas, a los que suma otros muchos artilugios, todos auténticas reliquias, "e todos importantes, pois hainos moi complicados de facer, que son interesantes, e outros moi simples, que tamén teñen o seu encanto", señala el materializador de los sueños de una infancia en la que se jugaba con lo que cada uno fabricaba.

De casi todos los juguetes reproducidos se puede encontrar una reseña en el periódico digital www.noticieirogalego.com, con el que colaboran de manera habitual, pero su apuesta no queda ahí, pues siguen indagando en este mundo, que es inmenso y compartido en muchas otras localidades, como quedó patente en el congreso al que asistieron hace unos meses en Braga, en Portugal, donde encontraron muchas similitudes con sus juguetes tradicionales y con los que se divertían los niños de A Mariña que ahora son ya abuelos.


Uno de los muchos encuentros sobre juguetes tradicionales a los que se suele acudir esta pareja, que se reencontró en una boda, lo que permitió que ambos pudieran compartir y duplicar su entusiasmo por todo lo de antes.

La muestra es una interesante propuesta para los centros de enseñanza y ya hay varias visitas concertadas. El público en general puede acudir los fines de semana, que es cuando el Pazo de Tovar está abierto durante el invierno, aunque se pueden programar visitas de grupo fuera de ese horario, contactando con el propietario del pazo, en el teléfono 676.92.93.89.

Un inmueble que es un centro de interpretación de los pazos gallegos y que cuenta en su interior con un restaurante, en el que se ofrecen platos típicos de la zona, en los que casi nunca faltan las típicas fabas de Lourenzá. Una excusa perfecta para degustarlas, pero también para conocer dónde se producen, lo que se ha convertido en algo fácil gracias a la Ruta da Faba impulsada desde el Concello.

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