Convertir una afición en una salida profesional. Este es el logro que Hussein Aali-Taleb Fernández, un joven artesano con raíces ulloanas, ha conseguido alcanzar hace ya cuatro años.
Hijo de padre saharaui y de madre lucense, nació en Madrid, pero siempre tuvo muy presente el cariño y los buenos recuerdos que le transmitía Galicia. Cuando dejó la capital decidió asentarse en Palas de Rei porque su madre era de una aldea de este municipio, en el que, según recalca, vivió maravillosos veranos en casa de sus abuelos.
Al llegar a su nuevo destino en tierras palenses, hace ocho años, empezó a trabajar en una fábrica de quesos, pero de vez en cuando cogía el torno, aunque solo como hobby. Descubrió su afición por la madera cuando en Madrid hizo un curso de restauración de muebles antiguos. Según explica, a partir de ahí empezó a experimentar y a formarse por su cuenta.
No fue hasta que la empresa láctea cerró cuando se planteó si podría llevar lo que para él era un hobby al ámbito laboral. "Estuve buscándome un poquito la vida y a mi afición le di salida profesional", afirma este artesano. Fue en este momento cuando O cunqueiro de Palas, apodo que ya se ha ganado entre los vecinos, empezó con este oficio tradicional.
Hussein Aali-Taleb trabaja en el taller de su casa, en plena capital municipal, y lleva a cabo un minucioso procedimiento para seleccionar la materia prima. "Siempre compro madera que no esté secada al horno", subraya. Destaca la importancia de que el producto tenga un secado natural al aire libre. Cuando recibe la madera del aserradero realiza dos tipos de torneados. El primero es más grueso y permite que la madera estire, además de quitar los defectos, y luego, cuando termina de secar la vuelve a tornear.
MADERA AUTÓCTONA. Este artesano siempre trabaja con madera autóctona, especialmente con abedul, fresno y roble. Las ferias fueron los escenarios donde se dio a conocer. Además de moverse por Galicia asistió a otras de diversos puntos de España como Madrid o Segovia. La última a la que acudió fue a la feria artesana de Agolada, en Pontevedra.
Este artesano trabaja con madera de la zona y destaca la importancia de que su secado sea siempre natural y al aire libre
O cunqueiro de Palas reconoce que las ferias son una buena manera para darse a conocer y destaca que la marca Artesanía de Galicia tiene mucha fuerza.
Actualmente dedica su tiempo a los encargos que recibe de una empresa vasca, que surte a su vez a compañías francesas. Hussein Aali-Taleb pertenece a la Asociación Galega de Artesáns (Aga) y a través de la entidad se produjeron esos contactos. Inicialmente le pidieron que elaborara un cuenco que otros artesanos no podían producir debido a temas de profundidad. A partir de ahí siguieron contando con él para realizar otras piezas.
Detalla que la empresa vasca tiene sus propios diseñadores y él se encarga de fabricar los artículos. En un plazo de 90 días, aproximadamente, debe elaborar un pedido mínimo de 100 unidades por producto. Lo que más le suelen encargar son lámparas de roble, bandejas y cuencos de abedul, tablas de cocina y cucharas.
Pero además de esos encargos, este artesano también realiza diseños de piezas que pertenecen a su propia colección. "Lo mío típico es la cunquita de madera y los lacados por fuera en blanco y por dentro todo en madera", dice.
Comenta lo afortunado que es por poder dedicarse a lo que más le gusta. Para él esto es su vida y no lo ve solo como un trabajo, sino también como una diversión.
