El Hula negocia adquirir un secuenciador de ADN para investigar y diagnosticar cáncer

El jefe de Oncología del Hula dice que en breve el 25% de tumores de pulmón recibirán "tratamiento absolutamente personalizado"

Sala de quimioterapia del Hula, donde apoyan voluntarias de la Aecc. SEBAS SENANDE (AEP)
photo_camera Sala de quimioterapia del Hula, donde apoyan voluntarias de la Aecc. SEBAS SENANDE (AEP)

El jefe de Oncología del Hula, Sergio Vázquez Estévez, explicó que se está negociando la compra de un secuenciador de ADN para el hospital que sería utilizado primordialmente para investigación, pero también para diagnóstico de determinados tumores. Es el caso del cáncer de pulmón con mutaciones driver, que centra este viernes una reunión en Lugo, organizada por el grupo gallego de esta enfermedad dentro de la Sociedad Gallega de Oncología.

A diferencia de otras sesiones formativas, con periodicidad más espaciada, esta se celebra cada año sin falta porque, como recuerda el doctor Vázquez, los especialistas implicados en el tratamiento de estos tumores -oncólogos médicos, investigadores, neumólogos y patólogos- no pueden "esperar dos años para formarse". Aparecen novedades sustanciales cada año, que hacen que "en poco tiempo el 25% de los pacientes con cáncer de pulmón puedan recibir un tratamiento absolutamente personalizado", indica.

Los tumores de pulmón con mutaciones driver son un tipo de cáncer que "crece por una sola vía, de forma que si se bloquea dejan de crecer en el 70% u 80% de los casos". La primera de esas mutaciones en identificarse fue la EGFR, que ya hace al menos una década que tiene una terapia dirigida. Se da sobre todo en mujeres no fumadoras y supone en torno al 11% de los casos de cáncer de pulmón.

Le siguieron las mutaciones ALK y ROS1. La primera también suele encontrarse en mujeres que no fuman y la segunda afecta a pacientes jóvenes y desemboca en tumores especialmente agresivos, con mucha carga tumoral y de crecimiento rápido que produce en muchos casos metástasis cerebrales. Un 4% de pacientes tiene la primera, mientras que la segunda afecta al 1%. Finalmente, también está identificada la BRAF, que afecta a entre el 1% y 2%.

Para esas cuatro mutaciones existen técnicas diagnósticas y tratamientos específicos. El desarrollo de los primeros inhibidores de esas mutaciones, fármacos que detienen el crecimiento del tumor, supuso una grandísima noticia para pacientes que no se beneficiaban de quimioterapia.

El cáncer de pulmón con mutaciones driver centra este viernes una reunión en Lugo de los especialistas implicados

En la actualidad, a todos los pacientes con cáncer de pulmón se les hace un perfil histológico del tumor y, si se estima preciso, el biológico para conocer qué mutación tiene y qué tratamiento aplicar. Esas mutaciones son excluyentes: cuando se tiene una no se puede tener otra. Pero, a lo largo del tratamiento, pueden producirse nuevas mutaciones por lo que el doctor Vázquez explica que a veces es preciso establecer una secuencia de tratamientos, en el que uno sustituya a otro cuando deje de funcionar el anterior.

A todas las terapias dirigidas para esos cuatro tratamientos tienen acceso los pacientes del Hula, incluido al último aprobado, inhibidor de la mutación EGFR de última generación que incluso se puede prescribir ya en primera línea; es decir, como primer tratamiento porque se ha probado más eficaz que el convencional.

En el encuentro también se abordará la última de las mutaciones identificadas, NTRK, que no cuenta aún con fármacos aprobados por las agencias, pero está en proceso de tenerlo. La importancia de esta mutación es sustancial porque, en el caso de tumores de pulmón, aparece solo en el 1% o 2% de pacientes pero está presente en muchos otros tipos de cáncer. Solo en sarcomas son el 10% de los casos en los que se detecta. "Si se tienen en cuenta los distintos tumores puede aparecer en el 20% de casos", explica Vázquez.

El objetivo ahora es que, mientras que se produce la aprobación de las agencias del medicamento y el fármaco llegue al mercado, los especialistas se formen en el diagnóstico y tratamiento de esta última mutación identificada. En concreto, los patólogos deben familiarizarse con el perfil biológico de estos tumores y, si se consigue el secuenciador, podrá utilizarse para hacer secuenciación genética masiva y confirmar la NTKR si existe un número determinado de pruebas a hacer.

Diagnóstico, si hay muestras abundantes
El jefe de Oncología del Hula, Sergio Vázquez, explica que, si el Hula adquiere el secuenciador, este se podrá usar, además de para investigación, para diagnóstico si las muestras a analizar no son muy escasas porque, si eso ocurre, resulta más rápido y más barato remitirlas a otro centro que haga más cantidad.

Ahora mismo, las muestras que se obtienen para diagnosticar este tipo de cáncer se envían a Santiago.

 

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