El Hula es el único hospital gallego en el que actúan los gorrillas a diario

Otros tienen 'leiraparking' de pago operados por vecinos que quieren rentabilizar su terreno

Un gorrilla señala un aparcamiento en el Hula. J.VÁZQUEZ
photo_camera Un gorrilla señala un aparcamiento en el Hula. J.VÁZQUEZ

El Hula es el único hospital gallego en el que operan habitualmente los gorrillas, un fenómeno difícil de entender y que viene produciéndose desde hace más de una década. Era, de hecho, un problema muy presente en el Xeral -un centro dentro de la ciudad con escasísimo aparcamiento próximo- del que se auguraba su desaparición en cuanto se produjese el traslado a San Cibrao. Sin embargo, llegó ese momento y también el nuevo hospital "heredó" ese gran inconveniente: el de que, aún estando en una zona sin desarrollar urbanísticamente, llena de terrenos a monte y rodeada de aceras sin Ora, se sienta que hay que seguir pagando por aparcar al raso, ante la posibilidade de que algo le pase al coche cuando no se mira.

Aunque equivocadamente se atribuye el mismo problema a otros centros hospitalarios gallegos, lo cierto es que el caso del Hula es exclusivo. Por ejemplo, en el Meixoeiro vigués es cierto que hay conductores que pagan por aparcar al aire en algún punto próximo, pero no que lo hacen presionados por gorrillas.

Lo que hay en ese hospital son leiraparkings, fincas explotadas por sus dueños, con cierres precarios, en los que se abonan dos euros por dejar el coche mientras se va a una consulta, a hacer una prueba o a visitar a un familiar. Allí también pueden verse a personas señalando a los conductores dónde estacionar, pero lo que hacen es indicar el lugar de acceso al terreno, no un hueco en una calle. El conductor que decide pagar los dos euros lo hace más por no continuar dando vueltas buscando sitio que por temor a encontrarse sin retrovisor cuando salga del hospital.

En el nuevo centro hospitalario, el Álvaro Cunqueiro, no hay gorrillas, pero sí un aparcamiento privado cuyas tarifas, pese a haberse reducido, siguen pareciendo excesivas a muchos. Previsiblemente, para este año los usuarios del centro contarán con la posibilidad de aparcar cerca y gratis, ya que el Ayuntamiento está acabando un aparcamiento de considerables dimensiones en una finca de titularidad municipal próxima, un proyecto que también Orozco anunció para el Hula en su momento, sin que llegara a materializarse. El de Vigo saldrá gratis solo a los empadronados en ese municipio.

Porque, aunque no haya gorrillas, el problema del aparcamiento es común a todos los hospitales. En el de Santiago, que tiene dentro del recinto una zona de estacionamiento en superficie gratuita, hay luchas titánicas por hacerse con una plaza. Solo los muy madrugadores o los bendecidos por la casualidad logran una.

Las quejas por la dificultad para estacionar son constantes, pese a que no muy lejos del Chus se encuentra el parking de Santa Marta, gratuito, que fue construido como aparcamiento disuasorio para que no se llegase con el coche al casco histórico de la ciudad. A unos quince minutos a pie del hospital, siempre tiene plazas vacías.

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