El Hula cede plasma con anticuerpos para un proyecto de vacuna de la Covid-19

Colabora con la investigación del centro Ciqus, dirigida por José Manuel Martínez Costas, y en la que participa el lucense Tomás Pose, que está a punto de entrar en fase preclínica
Rebeca Menaya, José Martínez Costas, Natalia Barreiro y Tomás Pose. EP
photo_camera Rebeca Menaya, José Martínez Costas, Natalia Barreiro y Tomás Pose. EP

El servicio de Neumología del Hula ha facilitado el acceso al grupo de investigación dirigido por José Manuel Martínez Costas —que se desarrolla en el centro Ciqus en Santiago de Compostela y en el que participa el lucense Tomás Pose— al plasma de pacientes recuperados de Covid-19, que contiene anticuerpos frente a la enfermedad. Estos se utilizarán para la caracterización de la vacuna que ya se encuentra en marcha y que entrará en breve en fase preclínica; es decir, empezará a ser probada en animales.

"Nos servirán para ver qué proteína genera respuesta inmune ante el virus", explica Tomás Pose, investigador lucense de Biología Molecular sobre la aplicación específica de este plasma.

Aunque todos los hospitales gallegos están recabando plasma hiperinmune entre sus pacientes ya curados de la infección por coronavirus, solo el Hula colaborará con este equipo investigador del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares (Ciqus) de Santiago de Compostela junto al Centro de Investigación en Sanidad Animal (Cisa-Inia) en Madrid. "Agradecemos la disposición del jefe de servicio de Neumología, Luis Pérez de Llano, que enseguida se prestó a ayudarnos", explicó Pose.

Existen en este momento multitud de proyectos de desarrollo de vacunas frente al Covid-19 de muy diversos tipos. La del grupo compostelano es una vacuna inmunitaria, como la mayoría de las existentes en el mercado, y según recuerda el investigador lucense se caracteriza porque es más fácil de producir y más sencilla de regular. Otras, como las de ARN, se podrán enfrentar a más problemas regulatorios una vez desarrolladas lo que podría retrasar su llegada al mercado.

En este sentido, esta puede tener más opciones de administrarse antes, aunque Pose recuerda que, en la carrera de la vacuna, ya hay países que tienen alguna en fase clínica, siendo probada en humanos, como China o Reino Unido. De cualquier forma, recuerda que se trata de un proceso largo, que la inmensa mayoría de las vacunas ya conocidas tardaron varios años, en ocasiones superando ampliamente la década, en ser desarrolladas, probadas su eficacia y seguridad y producidas. Aunque admite que los plazos durante la pandemia pueden haber cambiado, no se puede reducir el de más de un año del que siempre se habla.

En el caso del proyecto en el que participa, después de la caracterización que permitirá el plasma de los lucenses que han pasado la enfermedad, se pasará a la fase preclínica. Este tipo de vacunas se prueban inicialmente en ratones y, acto seguido, en macacos. Si esa fase va bien, la siguiente será la clínica, ya con pruebas en humanos.

DONACIÓN. El Hula comenzó la semana pasada la selección de posibles donantes de plasma hiperinmune. Se hace entre los pacientes que acuden a la consulta de revisión después de su ingreso por Covid-19 y de obtener una PCR negativa, algo que no ocurre en todos los casos ya que hay pacientes que dos meses después del alta siguen dando positivo.

Entre los que ya no presentan material genético del virus se propone la donación a quienes tienen entre 18 y 60 años, no tienen síntomas de la enfermedad, han desarrollado anticuerpos y, en el caso de las mujeres, no han tenido ningún embarazo. En la primera semana se seleccionó a seis posibles donantes y se sigue el proceso.

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