Los hosteleros mariñanos están sufriendo, en mayor o menor medida, los efectos de las adversas condiciones meteorológicas que se están registrando durante este mes de julio en la comarca. Algunos incluso detectan en sus establecimientos una caída de la ocupación que ronda el 10 y el 15%, y muchos padecen cancelaciones de última hora o ven cómo sus clientes deciden, sobre la marcha, acortar su estancia.
"El mal tiempo es el tema de conversación general, aunque mucha gente ya viene mentalizada o busca precisamente escapar del calor", afirma Juan Francisco López, gerente de O Cabazo de Ribadeo. En su hotel no han alcanzado las expectativas que tenían: "No sé si es por el mal tiempo o por qué, pero en los primeros 20 días de julio, entre semana, la ocupación bajó entre un 10 y un 15%. Durante el fin de semana tenemos lleno, pero durante la semana estamos en un 70-75%, cuando a partir del día 12 contábamos con estar a tope", lamenta.
En similar situación se encuentran en el Hotel Thalasso Cantábrico Las Sirenas, de Viveiro. "Estamos en un 80-85% de ocupación, pero esta semana esperábamos tener completo. Un 80% en volumen es mucho, porque tenemos muchas camas, pero a la hora de la verdad una caída del 15-20% sí se nota", se queja José Manuel Pereira, gerente de este complejo hotelero de Covas.
PREDICCIONES FATALES. Pereira sitúa la falta de sol como una de las razones de esta menor afluencia. "El tiempo tan inestable nos está afectando, en nuestro caso más a nivel de reservas que de cancelaciones. Y por lo que hablo con compañeros de otras zonas de Galicia, tienen la misma incidencia con el tiempo", apunta.
Y además, carga contra la información que se aporta desde determinados medios: "La televisión nos está machacando, porque no está haciendo tan mal tiempo como dicen. La temperatura está siendo muy buena para visitar la zona e incluso bajar a tomar algo por la noche, pero si dicen que va a llover a cántaros, eso nos afecta".
También acompaña la temperatura del agua, casi un grado más alta que el pasado año y muy por encima del resto de Galicia, lo que anima a disfrutar de la playa pese a los cielos nublados.
Finalmente, en el Palacio de Cristal de Burela han sufrido alguna cancelación, "pero veñen igualmente porque xa saben o que hai, traen tamén roupa de abrigo e non buscan só sol", confirman.
