Las carreteras mariñanas registraron este martes dos accidentes de cierta relevancia. El primero de ellos ocurrió a las diez y cuarto de la mañana en Barreiros, muy cerca de uno de los accesos a la Autovía del Cantábrico (A-8) tras una salida de vía por la que la conductora sufrió heridas de carácter leve. De mayor consideración fueron las lesiones del ciclista que se accidentó al caerse de la bicicleta, mientras subía al Alto da Gañidoira.
El responsable de Protección Civil en Ourol, José Ramón Arís, asistió al ciclista que presentaba una lesión en la clavícula derecha, así como también diversos golpes y abrasiones en el brazo, producidas por el roce con el asfalto. Parece ser que el accidentado, de unos 40 años de edad, es de Viveiro, aunque este es un dato que al cierre de esta edición no se pudo confirmar. En cualquier caso, según los servicios de Comunicación de la Xunta, fue evacuado al Hospital da Costa de Burela, en una ambulancia del 061.
El accidente, —cuyas causas finales están siendo investigadas—, se registró a las dos de la tarde, en el kilómetro 12 de la LU-540, que une Cabreiros con la ciudad del Landro y sucedió concretamente en el término municipal de Ourol.
Las patrullas del destacamento de Burela del Subsector de Tráfico en Lugo prestaron su apoyo en este incidente, al igual que lo hicieron con el que tuvo lugar unas horas antes, a las diez y cuarto de la mañana, en la N-634, en Barreiros, muy cerca del parque comarcal de bomberos, cuyos efectivos se desplazaron también para ayudar en cuanto vieron lo sucedido.
Los servicios de información de la Xunta especificaron que el accidente se debió a una salida de vía. A la Guardia Civil le constaba en un primer momento que debido a esa salida se hubiese producido el impacto de dos vehículos. En cualquier caso, se trató de un incidente de carácter leve, aunque por precaución la señora que conducía el vehículo fue trasladada al Hospital da Costa.
TRANSCANTÁBRICA. Durante otra jornada más, —y ocurre casi a diario desde hace una semana—, el Alto do Fiouco de la Autovía del Cantábrico (A-8) volvió a cerrar al tráfico como consecuencia de las densas nieblas. Apenas permaneció en uso seis horas en total durante este martes pasado.
El trazado de la Transcantábrica que salva Mondoñedo cerró por las nieblas densas al anochecer del lunes y no volvió a abrir al tráfico hasta ayer martes, en torno a las siete de la mañana. Sin embargo, poco permaneció en uso, apenas seis horas, porque desde el Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste en A Coruña ordenaron a distancia otro corte del vial a la una y media del mediodía. Los conductores tuvieron que recorrer unos 15 kilómetros por la única vía alternativa que queda, la antigua N-634.
