El colectivo Patrimonio de Os Ancares hizo público el descubrimiento de los primeros petroglifos documentados de O Corgo, situados en una roca en la parroquia de Adai. Los grabados consisten en una combinación de tres círculos concéntricos, uno de ellos con un hueco central y dos cantos. Esta tipología indica, según el historiador y miembro de Patrimonio de Os Ancares, Xabier Moure, que los petroglifos fueron realizados en la Edad de Bronce, hace más de 4.000 años.
La investigación del colectivo se originó debido a unos documentos en los que figuraba que, ya en el año 1602, los vecinos de Adai tenían constancia de unas "piedras marcadas" entre las Penas do Ladrón el Rego de Ponticela. El trabajo para averiguar de qué marcas hablaba ese documento fue complicado debido "á cantidade de penas graníticas existentes na zona", explica Moure. Además, las sucesivas plantaciones de pinos y eucaliptos podrían haber acabado con las rocas grabadas.
El importante hallazgo de los petroglifos se vio dificultado por el desgaste de las piedras, que provocó que fuesen casi invisibles durante el día, por lo que los investigadores tuvieron que aprovechar el anochecer y la luz artificial para poder analizarlos.
Desde Patrimonio de Os Ancares destacan que, si bien hasta hace muchas décadas se creía que los grabados que combinan círculos concéntricos eran inexistentes en la provincia de Lugo, esta hipótesis es falsa. En diversos municipios lucenses han ido apareciendo a lo largo de los años diversas manifestaciones de este tipo de arte rupestre, como es el caso de Antas de Ulla, Friol, Láncara, Lugo, Outeiro de Rei, O Saviñao, Sober e incluso en la comarca de Os Ancares.
Los petroglifos de Adai se consideran los primeros petroglifos prehistóricos documentados de O Corgo. Aún así, no son la primera manifestación de arte antigua descubierta por el colectivo en la zona, pues en enero de 2018 localizó una «pena de cuarcita que actuaba como divisoria entre as parroquias de Agustín, en Castroverde, e Folgosa, en O Corgo» con dos huecos y una cruz latina. Estes grabados se cree que datan de la época medieval y ya fueron catalogados por Patrimonio de la Xunta como A Pena da Cruz.
