Un coche, cuya sustracción había denunciado su dueño, que es un vecino de la parroquia ribadense de Ove, apareció en el polígono industrial de O Vilar, aparcado entre dos camiones y sin signos aparentes de haber sufrido daños, ni de haber sido forzado.
El propietario avisó a la Guardia Civil cuando vio que el Renault Clío de color rojo, con varios años de antigüedad, que había estacionado frente a su casa, no estaba. La presunta sustracción del vehículo habría ocurrido entre el día 9 y el 10.
A la jornada siguiente a la denuncia, interpuesta por el aludido vecino de Ove, de 49 años, él mismo le notificó a los agentes de la Guardia Civil que lo había encontrado aparcado entre dos camiones en el polígono industrial de O Vilar.
El denunciante lo recogió y se lo llevó casi de inmediato a los agentes del puesto de Ribadeo que inspeccionaron el vehículo.
Tras el análisis realizado en el turismo no hallaron indicios de que hubieran sido forzadas las cerraduras, ni tampoco el sistema de encendido.
Puede que alguien que tuviese acceso a la llave del vehículo lo utilizase, pero se desconoce qué pudo haber ocurrido. Las investigaciones continúan.
Aparte, continúan buscando a los autores de una agresión que sufrió hace meses un octogenario vecino del barrio de Reme.
ACCIDENTE LABORAL. Dos ambulancias asistenciales de las Urxencias Médicas del 061 trasladaron al Hospital da Costa, el pasado domingo por la tarde, a dos monitores del albergue juvenil de la parroquia ribadense de A Devesa.
Habían sufrido sendos accidentes laborales de carácter leve al lesionarse en el transcurso de un partido de baloncesto que disputaban con los chicos, justo durante los actos de despedida de la estancia.
El 061 evacúa a dos monitores del campamento juvenil de A Devesa que se hirieron jugando al baloncesto
Uno de los monitores, J.R.P., de 33 años, se cayó y sufrió una luxación en un hombro y a otra monitora, de 27 años, cuyo nombre se corresponde con las iniciales L.A.L.R., le pasó algo similar, por lo que tuvo una especie de esguince.
Se trata de incidentes de escasa consideración pero que llamaron la atención al ver pasar las ambulancias saliendo del campamento juvenil, donde hasta el lunes mismo, último día de la estancia, se encontraban disfrutando de las instalaciones unos 200 jóvenes.
Desde el pasado 1 de julio y hasta el lunes, han pasado por el lugar 160 jóvenes en cada una de las tres tandas en las que se dividió la estancia estival programada por la Xunta. Vinieron de toda Galicia.
A partir del día 18 de agosto, otro centenar de jóvenes principalmente de Negreira y de Teo volverán a usar las instalaciones pero en el marco de otros convenios con ayuntamientos y entidades.
