Nada más acabar el debate electoral previo a las elecciones de abril de 2019, después de haberse atizado de lo lindo, Pablo Iglesias se acercó al rincón del PP para hablar con Pablo Casado y su esposa; como cuando Sergio Ramos se abraza con Jordi Alba después de un clásico. Le preguntaron al líder de Podemos por el tema de conversación y contestó que habían hablado de los niños, de los hijos de ambas parejas. El jueves, Iglesias calificó el discurso de Casado de "brillante, canovista y digno de la derecha española más inteligente". Y es que el portazo del PP a Vox deja a la vista un nuevo lienzo en la política española. Habrá que ver cómo afecta a los pactos que ambos tienen a nivel autonómico y municipal (es de suponer que poco), pero el principal partido de la oposición se ha soltado de la mano de la ultraderecha, se ha borrado de la foto de Colón y desde el Gobierno se aplaude este giro al centro. Abascal sabía antes de presentar la moción de censura que no la iba a ganar, pero no que iba a perder contacto con un Casado que ha ganado otro, el de Pedro Sánchez, que ya le ha propuesto sentarse a negociar la reforma del Poder Judicial. Tal vez sea el primer paso para que algún día se miren a la cara y hablen de los niños, como Sergio Ramos y Jordi Alba después de un clásico.
