Guitián sigue al frente del consorcio de turismo gracias a los votos socialistas

Por primera vez en los 14 años de historia del ente se presentaron dos candidatos a la presidencia
pleno 09.10.2019
photo_camera Foto de familia de los integrantes del consorcio tras la votación. EP

Una situación inédita. Así calificaron algunos de los miembros del consorcio de turismo de la Ribeira Sacra, un ente fundado hace 14 años, que hubiese dos candidaturas a su presidencia. Jamás se dio una disputa en este sentido, pues solo se postulaba uno y, con la mayoría de los votos de los ayuntamientos gobernados por el Partido Popular (18 de los 23 que integran el grupo), no había discusión posible sobre el liderazgo.

Todo cambió en la noche de este miércoles, cuando en una reunión rutinaria para reelegir a los cargos electos saltó la sorpresa. Además de optar Luis Fernández Guitián, alcalde de Sober por el PP, para repetir como cabeza visible del consorcio, se postuló José Manuel Rodríguez González, presidente de la denominación de origen de los vinos Ribeira Sacra y al mismo tiempo un destacado miembro del mismo partido, pues forma parte de la ejecutiva provincial.

En este punto de la reunión no quedó otra que realizar una votación, saliendo reelegido como presidente del consorcio Luis Fernández Guitián con 127 votos de los 227 posibles. José Manuel Rodríguez obtuvo 99. Una de las papeletas fue declarada nula.

Si todos los alcaldes del PP, un total de 18 que tienen tantos votos como concejales en sus corporaciones, hubiesen votado a favor del regidor soberés no se hubiese dado tal resultado.

El otro fue el titular de la D.O. Ribeira Sacra, del PP como el alcalde de Sober. La situación evidencia luchas internas en la familia popular

Según pudo saber este diario, hubo varios de este partido que apoyaron al presidente del consejo regulador de la denominación de origen Ribeira Sacra y que si Guitián logró la presidencia fue gracias al respaldo de cuatro municipios gobernados por socialistas: Monforte (17 votos), Ribas de Sil (7), Parada de Sil (7) y Castro Caldelas (9).

FRACTURA. Lo que ha quedado en evidencia es que en el seno de la familiar popular de la Ribeira Sacra hay una fractura desde la elección de Elena Candia como responsable provincial del partido. Algunos están a su favor y otros no validan su gestión. Así, las fuentes consultadas señalaron que el presidente del consejo regulador de la denominación de origen Ribeira Sacra es pro Candia y otros siguen la estela de Raquel Arias, actual secretaria del Parlamento de Galicia que en su día rivalizó con la alcaldesa de Mondoñedo para dirigir el PP de Lugo.

REACCIONES. José Manuel Rodríguez no quiso hacer declaraciones sobre su postulado a la presidencia del consorcio. Se limitó a decir que los integrantes del grupo "consideraron, cos seus votos, que o que se estaba a facer é válido".

Por su parte, Luis Fernández Guitián manifestó que supo de la pretensión de Rodríguez González de optar a la presidencia y que hizo "todo o posible para que houbese unha só" al entender que era lo mejor para el grupo.

El soberés fue apoyado por los concellos de Monforte, Ribas de Sil, Parada de Sil y Castro Caldelas, algo que no hicieron otros del PP

Guitián quiso restarle importancia a lo sucedido asegurando que "nada se rompe. A harmonía no consorcio continúa nun momento decisivo na historia da Ribeira Sacra", al tiempo que recalcó esa necesidad de "estar máis que nunca todos xuntos", pues está en juego tanto la declaración del territorio como Patrimonio de la Humanidad como que llegue a ser Reserva de la Biosfera.

No fueron los únicos que se significaron sobre este asunto. Algunos de los integrantes del consejo regulador de la denominación de origen se mostraron molestos ante el hecho de que la candidatura de José Manuel Rodríguez no hubiese consultado con el órgano su intención de optar a dirigir el consorcio.

Fue, en palabras de alguno de sus integrantes, "algo feo que tendrá que explicar". Incluso, hay quien ya habla de una posible crisis.

CUENTAS. El consorcio de turismo cuenta con un presupuesto anual de 300.000 euros. La Xunta aporta unos 200.000, los ayuntamientos un total de 60.000 (1,5 euros por habitante) y las diputaciones 25.000 cada una. Estas aún no han pagado.

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