La prohibición de usar ratones, una oportunidad para una empresa lucense

Guillermo Repetto: "Desde hace diez años se nota que disminuye el uso de animales de experimentación"

Este especialista en Toxicología de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla preside la red creada en 1999 para desarrollar y divulgar métodos que sustituyan la experimentación con animales en el ámbito de la ciencia y la industria
Guillermo Repetto
photo_camera Guillermo Repetto

LA RED ESPAÑOLA PARA EL Desarrollo de Métodos Alternativos (Rema) reúne a representantes de la Administración, la ciencia, la industria y el movimiento de defensa animal, con el fin de avanzar en el uso de procedimientos alternativos a la experimentación con seres vivos.

¿Cuáles son esos procedimientos alternativos?

Existen distintos tipos de alternativas. A todo el mundo se le ocurren los estudios in vitro; dentro de ellos podemos encontrar cultivos de distintos tipos de células, órganos reconstituidos o se pueden utilizar órganos que procedan de animales y tenerlos perfundidos o en baños de órganos. En cuanto al tipo de células que se cultivan, pueden proceder de animales o, lo más habitual, que aunque hayan procedido de animales se hayan adaptado a vivir en cultivo y ya no se precise volver a tomar muestras. Algunos modelos no tienen ni que ser células completas, puede ser, por ejemplo, una solución con ADN. La otra opción es trabajar con embriones u organismo inferiores, por ejemplo, crustáceos, gusanos, peces. Existe también la opción de predecir cuáles serían los resultados de los experimentos utilizando técnicas computerizadas de predicción, lo que llamamos técnicas in silico. Esto se utiliza mucho antes de hacer un experimento porque permite tanto copiar su realización como hacerlo más refinado y obtener información más completa.

¿Estas técnicas restan terreno a la investigación con animales o cuesta cambiar el sistema?

Desde hace unos diez años se nota cómo va disminuyendo el uso de animales de experimentación y se están usando cada vez más estos procedimientos alternativos. Esto se debe a varias cuestiones: por una parte a la presión social, por otra, a que los propios investigadores son conscientes de que estos procedimientos son muy válidos y en muchos casos son la mejor opción para obtener determinado tipo de información. Y por último, porque la normativa europea obliga a los investigadores a no realizar experimentos con animales cuando existan alternativas. La normativa europea es probablemente la más garantista del mundo en relación a proteger el bienestar de los animales y España es uno de los países que lo controla a más rigurosa.

A pesar de estos métodos alternativos, se siguen usando animales ¿por qué?

Existen determinados ámbitos en los que es muy complicado sustituir la experimentación con animales, por ejemplo, el de las neurociencias, en enfermedades neurodegenerativas, como párkinson o alzhéimer, porque no disponemos de herramientas completas para estudiar estas enfermedades sin animales. Eso no significa que no se produzcan numerosos avances realizando estudios alternativos in vitro, pero al final hay que recurrir a la experimentación. También ocurre en otros tipos de estudios en los que se puede hacer previamente muchas investigaciones in vitro que van aportando aspectos parciales, pero llega un momento en que puede ser necesario comprobar qué ocurre en un organismo completo.

Quienes piden erradicar los experimentos con animales argumentan que, además de crueles, son inútiles porque los resultados no se corresponden luego con los resultados en humanos. ¿Qué piensa?

No existe ningún tipo de modelo perfecto, pero aunque n o sean perfectos necesitamos poder comprobar nuestras hipótesis de alguna manera y la más cercana que tenemos con respecto a los humanos son los animales. Esto no significa que todas las especies se comporten de la misma manera y que los resultados sean totalmente extrapolables. Los defensores de esa idea se basan en que hay medicamentos que después de haberse ensayado con animales no se han podido utilizar en humanos. Eso es cierto, pero eso no demuestra que los modelos animales sean malos, lo que demuestra es que incluso después de haber experimentado con humanos no se han detectado determinados problemas hasta que no se han comercializado y aplicado a una gran cantidad de personas. Es decir, incluso usando el mejor modelo, que sería el propio humano, hay problemas que no se detectan antes.

¿El mundo científico se siente muy presionado por los grupos antiexperimentación?

Los investigadores sienten una presión externa para que hagan bien su trabajo, pero realmente quien establece la presión es la normativa, que es muy estricta y yo creo que no es malo que la sociedad demande a los investigadores que la cumplan.

¿Pero ha habido ataques?

Sí, ha habido contra algunos animalarios. La semana pasada hubo uno en Chile y se liberaron animales. Esto supone un gran problema porque son animales que no puedan sobrevivir en la naturaleza y porque algunos han sido tratados con microorganismos que pueden ser infecciosos y pueden transmitir esta enfermedad, que estaba controlada en laboratorio, a otros animales. 

Comentarios