Resulta difícil explicar el fenómeno Greta Thunberg, la adolescente sueca convertida en todo un icono contra el cambio climático. Tiene seguidores pero también detractores. Otros, desde la indiferencia, se preguntan qué hace una chica de 16 años debatiendo con líderes mundiales, llorando por la Tierra, pronunciando conferencias o —lo más reciente— viajando en catamarán por el Atlántico para llegar a la cumbre de Madrid sin contaminar subida a un avión. ¿Estamos ante una visionaria o una influencer? El tiempo lo dirá.
Un viaje en segundo plano
Ya sea porque no están los Castro —ni Fidel ni su hermano Raúl— y a Miguel Díaz-Canel le falta glamour revolucionario o ya sea por lo que sucede en España —acuerdo exprés tras la repetición electoral—, lo cierto es que la visita de los Reyes a Cuba está teniendo escaso eco mediático. Más que hablarse de las relaciones bilaterales, de estrechar lazos o de derechos humanos, la imagen que quedará seguramente será la de Felipe VI en guayabera por La Habana Vieja en compañía de la reina, que siempre acapara los flashes con sus modelos más o menos arriesgados. Cuba ya no da para mucho más. Al menos mediáticamente.
