Una tormenta de granizo provocó importantes destrozos en numerosos viñedos de Chantada. La zona ubicada en la parroquia de San Fiz fue con diferencia la más afectada. Las primeras estimaciones, realizadas por el enólogo Roberto Regal, indican que pudo haberse perdido entre un cinco y un diez por ciento de la producción, aunque todavía se están evaluando los daños.
La granizada, acompañada de viento muy intenso, comenzó sobre las siete de la tarde del pasado lunes y duró unos minutos. La nube entró por el norte, por la zona de Pesqueiras, y descargó la mayor parte del pedrisco en San Fiz. Belesar también sufrió esta adversidad climática, pero en una medida muy inferior.
Fue suficiente para provocar cuantiosos destrozos en las cepas, que se llevaron la peor parte. Muchas de ellas sufrieron roturas totales o parciales en sus ramas, llamadas pámpanos, o presentaban agujeros en las hojas debido al impacto de las piedras. Otras no partieron, pero soportaron severos daños.
La tormenta afectó también a los árboles de la zona. Muchas ramas de cerezos cayeron al suelo a causa de las potentes ráfagas de aire y había estropicios muy visibles en kiwis o higueras. Un testigo presencial señaló que en un viñedo próximo al lugar de Tarrío cayó un árbol sobre tres muras.
Todas las fuentes consultadas coincidieron al precisar que ha sido en la parte media de la ribeira donde más problemas se han dado. Concretamente, situaban los estropicios más graves y visibles en los alrededores de la curva conocida como Os Cipreses, que integran una de las zonas más espectaculares de la Subida a Chantada de rally.
Este martes, numerosos propietarios de viñedos en San Fiz acudiero a aplicar productos fitosanitarios recomendados en estos casos, como sulfato cicatrizante, con el objetivo de que las roturas suturasen y no se infectase el interior de la cepa. Fue una estampa que se dio desde primera hora de la mañana.
Por fortuna, la fruta no ha sufrido daños importantes, a excepción de algún golpeo puntual, y se espera que la producción no se vea muy mermada a pesar de la granizada.
El porcentaje final de pérdidas puede variar en función de la recuperación de las cepas, la mayor preocupación de los cosecheros en este momento. Durante los próximos días estarán especialmente atentos a la evolución de la planta por si es necesario aplicar más productos fitosanitarios.
