Opinión

Gran negocio

SEA por una cosa u otra, todos pecamos alguna vez de candorosos. Nos puede la ingenuidad, como si así se zanjasen todos los problemas, en vez de afrontar la realidad. Ingenuos eran (éramos) quienes creían que el narcotráfico se había desvanecido en Galicia tras aquella gran explosión/invasión de los ochenta/noventa, asumiendo a un Sito Miñanco transmutado en un distraído vigilante de aparcamientos en el sur de España. A la vista está que no fue así. Además de otros colaterales, dicen que tres clanes gallegos, perfectamente estructurados, siguen distribuyendo como en sus mejores tiempos la cocaína de los carteles colombianos. Pero tal y como está montado el negocio, tampoco sorprende que siga prosperando. Un lucrativo desafío a cualquier riesgo. Como con otro producto en donde tercian intermediarios, los cultivadores de coca son unos pobres desgraciados. Una vez cocida la hoja, el líquido extraído no supera los trescientos euros los cien kilos; de ello se obtiene la pasta base, a menos de mil. Sigue la cadena de transformación, trasporte y venta al consumidor, cuando el kilo alcanza entre los 30.000 y los 53.000 euros en Europa y 200.000 en Australia.

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