Gobierno y sindicatos sellan la paz con un "documento de mínimos" a mejorar

Los trabajadores ven urgente desarrollar la RPT para reforzar y corregir la plantilla y Alvarellos se compromete a una revisión continua
Paula Alvarellos. AEP
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El gobierno local y los sindicatos sellaron la paz social este martes tras unos años muy convulsos, donde la anterior propuesta de RPT dividió a la plantilla y provocó la primera huelga municipal en cuarenta años. Sin embargo, tanto los sindicatos más favorables como, sobre todo aquellos a los que la propuesta no convence tanto, coincidieron este martes en señalar que se trata de "un documento de mínimos" que una vez aprobado habrá que aplicar y que seguir mejorando. Esa es la filosofía con la que también trabaja el gobierno local, según asegura la concejala de gobernanza, Paula Alvarellos.

Situaciones como la de la escuela de música o la de trabajadores mal adscritos a puestos, así como la necesidad de redimensionar y reorganizar servicios para mejorar el funcionamento municipal, hacen urgente disponer de una RPT actualizada, defiende el equipo de gobierno. Será, explica, "un punto de partida" y el compromiso es seguir mejorando el documento de forma constante, abordando cada año aspectos concretos, allí donde sea más necesario.

"O obxectivo non é outro que crear unha estrutura organizativa ordenada, xerarquizada, áxil e eficaz", afirma Alvarellos, que este martes recordaba que actualmente "non existe unha política retributiva común para todos os postos, nin homexeneidade naqueles que teñen igual responsabilidade, contido funcional e condicións laborais".

Los sindicatos reconocen que el documento está más trabajado y tiene menos fallos que otros anteriores y que propone una revisión salarial más igualitaria. El gobierno recalcó que no se recoge un incremento retributivo lineal a todos los trabajadores, sino que se hacen ajustes en los complementos de destino y específico en base a una valoración "objetiva", en la que se han tenido en cuenta factores como la dificultad técnica, la dedicación y disponibilidad horaria y la responsabilidad.

"Non hai unha suba lineal senón unha corrección técnica en base a unha valoración obxectiva dos postos"

Asimismo, se han tenido en cuenta consideraciones relacionadas con la aplicación de la administración electrónica y la tecnificación de los puestos y se ha tratado de aumentar la polivalencia de los trabajadores, dijo la edil.

A diferencia de lo que sucedió en el anterior mandato, la RPT contó ahora con respaldo de todo el arco sindical, incluidas aquellas centrales que antes se oponían, Ágora y la CIG. Ambas celebraron asambleas de sus afiliados para decidir qué posición adoptar ya que, como señala Rafael Otero, de la CIG, tanto dentro del sindicato como de la plantilla sigue habiendo "dúbidas" y en algunos casos incluso posturas de "rexeitamento". Sin embargo, la opinión mayoritaria fue la de apoyar la RPT. "O que decide á xente é o que vale", afirma José Chavarría, de Ágora, un sindicato al que no convence, por ejemplo, el aumento de jefaturas de libre disposición.

Tanto Ágora como la CIG reconocen que el actual documento "é mellor que o que se propoñía antes", pero coinciden en que "queda moito que mellorar". "Hai que seguir traballando, e canto antes, sobre todo para atallar a falta de recursos humanos que hai para atender correctamente os cidadáns", afirma Otero, que este martes quiso tener un recuerdo para los trabajadores que desde 2017 estuvieron concentrándose en contra de lo que consideraban una RPT "inxusta" porque cree que esa labor, que no fue agradable, "non foi inútil". Para Chavarría, de momento el documento "é unha declaración de intencións", dice.