El Gobierno comunicó este jueves a la Comisión Europea su intención de subir el Iva de las bebidas azucaradas y edulcoradas del 10 al 21%. La medida está incluida en el plan presupuestario que el Ejecutivo envió a Bruselas con las líneas generales de las cuentas para 2021, que aún no ha presentado. La idea del equipo de Pedro Sánchez es elevar así la carga fiscal sobre productos perjudiciales para la salud de los consumidores al tiempo que obtiene ingresos para las arcas del Estado, muy tocadas por el impacto de la pandemia.
Esta medida forma parte de los cambios que el Gobierno pretende imprimir en el sistema tributario español, con el objetivo de elevar la recaudación vía impuestos en cerca de 6.000 millones de euros anuales. Entre las nuevas figuras que se aplicarán destacan las tasas Google (sobre determinados servicios digitales) y Tobin (el impuesto a las transacciones financieras), aprobadas ya en el Parlamento.
También figuran en el paquete fiscal medidas en el plano medioambiental, como la creación de un gravamen sobre los envases de plástico de un uso, que ya ha superado el trámite de información pública. El Consejo de Ministros lo aprobará previsiblemente en las próximas semanas para remitirlo al Parlamento.
El Ejecutivo promete ante Bruselas alcanzar el próximo año unos ingresos históricos de 495.000 millones
La medida desconocida hasta ahora es esa subida del Iva para las bebidas azucaradas para "favorecer hábitos más saludables". Ya el anterior ministro de Hacienda en el Gobierno de Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro, trató de penalizar más fiscalmente su consumo. La decisión afecta más a las familias con rentas bajas y con hijos, que son aquellas que destinan mayor porcentaje de sus ingresos a comprar este tipo de productos.
Con las novedades tributarias y la ley para luchar contra el fraude fiscal que ultima, el Gobierno prevé recaudar 6.847 millones adicionales. Entre las subidas impositivas y el efecto del crecimiento económico, el Ejecutivo promete elevar los ingresos en más de 33.400 millones el próximo año y alcanzar un nivel histórico de 495.000 millones, con los que recortar el déficit público y afrontar nuevas partidas de gasto como la subida de las pensiones en un 0,9%.
El plan presupuestario recoge además el aumento gradual del permiso de paternidad de 12 a 16 semanas, lo que permitirá su equiparación con los de maternidad. "Supone un avance más hacia la igualdad real", destaca el Gobierno en el documento remitido al Ejecutivo comunitario, resaltando que por primera vez los padres y las madres tendrán derecho a las mismas semanas de permiso.
